En el corazón del centro histórico de Quetzaltenango se levanta orgullosa una edificación especial. Fue la casa de un presidente, fue también jefatura política y jefatura policíaca en la época de Ubico; y a la vez fue convento de monjas. Hoy es el Centro Cultural Casa Noj.
Sin embargo, en dicha edificación, no solo han pasado los años, en ese terreno caminó la beata Encarnación Rosal, fue la casa de Estrada Cabrera y según la leyenda, fue en esos pasillos donde José Luis Álvarez empeñó su “Luna de Xelajú” a “Paco” Pérez.
Hoy es el centro cultural más importante de la región, puede ser incluso, que sea el centro cultural con la agenda cultural más dinámica y extensa de toda Guatemala. Pero sus salones y pasillos no albergan solo arte, hay también en sus rincones, leyendas.
En el primer nivel de la casa, en las gradas del ala norte, se encuentran ubicados los servicios sanitarios. Según personeros de Casa Noj, es ahí el lugar donde quizás pueda haber espíritus juguetones, pues en varias ocasiones han encerrado a las secretarias del Centro Cultural dentro de los servicios. Señalan que al inicio pensaron en una broma de mal gusto, sin embargo, siguieron sucediendo estas acciones y en algunas ocasiones, cuando ya no había nadie dentro de la casa, más que ellas.
En varias ocasiones Casa Noj ha resguardado joyas de la cultura guatemalteca y tesoros de la historia altense. Para ello se ha pedido el apoyo de la PNC por medio de la sección de turismo, mismos que apoyan con agentes de la PNC dentro de las instalaciones para cuidar las joyas y exposiciones durante la noche.
Los agentes refieren que durante la noche y la madrugada se escuchan ruidos extraños dentro de la casa, además de pasos y voces en el segundo nivel. Incluso uno de ellos menciona que pudieron observar la figura de un anciano con bigote poblado y usando un traje de vestir muy fino.
Con base en esos relatos, además de otros testimonios, podría decirse que uno de los aparecidos de Casa Noj, es el espíritu de Manuel Estrada Cabrera.
Los policías municipales que custodian el centro cultural, mencionan también la presencia de una mujer, misma que camina dentro de los salones o la ven deambular en los pasillos de la construcción.
Todos estos testimonios se basan en los diferentes relatos orales que se construyen alrededor de Casa Noj. Fabricio Amézquita, actual director del Centro Cultural menciona: “A mí en lo personal nunca me han asustado en Casa Noj, sin embargo, he escuchado los relatos de mis compañeros mencionando a una mujer que camina por la casa”.
Amézquita también relata una experiencia propia: “Hace unos días, ya habíamos cerrado la Casa Noj al público, terminaba de revisar que todo quedara cerrado, estaba yo solo pues ya los compañeros se habían retirado y un amigo me esperaba en el parque. Subí a la oficina en el segundo nivel, al salir y cerrar la puerta, me quedé viendo el patio de Casa Noj, entonces sentí miedo, como si alguien me estuviera viendo. Entonces decidí salir rápidamente de ahí”.
Casa Noj es una edificación de más de cien años de antigüedad, lugar que esconde mucha historia y que ha visto el crecimiento, alegrías y tristezas de la ciudad.
Sus historias de fantasmas se mantienen en medio de aquellos que trabajan ahí. Además de ser el Centro Cultural más activo de la región, es un orgullo de Los Altos.