Este jueves en la madrugada, la constante violencia que ejercía un hijo contra su madre, finalizó en una tragedia.
Ángela Velásquez Sum, de 55 años, una monitora desde el 2008 de la Secretaría de Bienestar Social (SBS) no logró alcanzar su teléfono y alertar a familiares, y murió a consecuencia de varias heridas con arma blanca que le causó su hijo, Melvin Donis Quijivix Velásquez, 26.
La tragedia que impactó a los quetzaltecos fue en un inmueble ubicado en la 4a calle, zona 10 de Quetzaltenango, sector conocido como Pacajá.
Vecinos y allegados a la víctima contaron que las agresiones eran frecuentes e iniciaron hace como cuatro o cinco años y siempre tenían que llamar a la Policía Nacional Civil (PNC).
Los allegados cuentan que Melvin Donis, desde que tenía 12 años, empezó a ir a patinar con los skates y desde ahí todo cambió, porque inició su camino por las drogas.
Indican que siempre la víctima intentó buscar rehabilitación para su hijo, pero la recomendación que le dieron era que debía internarlo en un centro psiquiátrico, porque debido al consumo de drogas tenía trastornos, incluso no hablaba bien.
Melvin es el segundo de dos hijos de doña Ángela, a quien amigos recuerdan como una mujer entregada a la iglesia, luchadora y dadivosa. “Nos sentimos impotentes y consternados porque ella siempre demostró su amor de madre”, dice una persona allegada a la víctima.
“Consumía todo tipo de droga, incluso escuchaba droga cibernética (música que genera efectos iguales a estupefacientes). Su cuarto era negro y siempre pensamos que podía pasar algo más grave. Ella murió de amor por su hijo”, narra la persona entrevistada.
Amigos indican que siempre le recomendaron a doña Ángela que dejara la vivienda e internara en un hospital a Melvin, porque temían que pasara una tragedia.