La última semana de febrero se presenta como “la semana de los dos clásicos”. A la cual llegan los dos grandes titanes del futbol mundial, con mucha inseguridad dentro de su funcionamiento de juego y resultados.
Los blaugranas se presentaron en el estadio Ramón Sánchez Pizjuan, para enfrentar al Sevilla, en el duelo de la jornada de La Liga. Un partido que se contemplaba desde la previa, como un partido difícil para el Barcelona que dio una imagen ambigua a mitad de semana en Lyon, cuando empató a cero en la ida de los octavos de final de la Copa de Campeones de Europa.
El partido fue intenso y emotivo desde el inicio, para los dirigidos por Valverde, el partido se planteó desde el pitido inicial, como un reto, pues el Barcelona tuvo que remontar en dos ocasiones el empuje del equipo local.
La gran figura del 2-4 es Lionel Andrés Messi. El argentino demostró porque muchas personas lo consideran como el mejor del mundo, marcando un triplete y liderando a su equipo en la remontada ante el Sevilla.
El uruguayo Luis Suarez marcó y sentenció el partido al anotar el cuarto gol del Barcelona en las postrimerías del encuentro.
El argentino es un jugador distinto, marcando distancias, su calidad es tan notoria, que se puede afirmar que el Barcelona en este momento, es solamente Lionel Messi. El Sevilla plantó cara, pero no pudo ante la calidad individual del astro argentino.
El resultado le sirve al Barcelona, para mantener la ventaja de puntos sobre el Real Madrid, equipo al que enfrentará dos veces esta semana, en la semifinal de vuela de la Copa del Rey y en el clásico de liga. A pesar de las dudas generadas por los resultados, el Barcelona se presenta como claro favorito ante un Madrid que sigue generando dudas.
El Real Madrid jugará el domingo a las 13:45 horas de Guatemala, ante el Levante, intentará levantar la imagen dejada ante el Girona el domingo pasado. Para uno de los dos grandes, la temporada se juega el miércoles y el sábado en el Bernabéu.
