Bajo el argumento de “acabar con la corrupción” un 23 de marzo de 1982 el gobierno de Fernando Romeo Lucas-García llegaba a su fin al sufrir un golpe de Estado liderado por el Ejército de Guatemala.
DLA
Guatemala atravesaba una crisis después de que las elecciones presidenciales habían sido victoria para un candidato oficialista, lo que desagradó al poder económico entre otros sectores.
Un 23 de marzo hace 38 años un grupo dirigido por oficiales del Ejército de Guatemala rodeó el Palacio Nacional y, para evitar enfrentamientos pidieron a la policía que entregara todas sus armas y se les unieran, así no perjudicarían a nadie. Además, cerraron el Aeropuerto Internacional La Aurora cancelando y reteniendo vuelos durante varias horas, mientras el Ejército sobrevolaba en la Ciudad Capital.
Su objetivo era que Lucas-García se rindiera, lo consiguieron, así que seguidamente lo escoltaron hasta el aeropuerto y lo expulsaron del país.
Fue así como el Ejército montó una junta de gobierno conformada por el general Ríos Montt, el coronel Horacio Maldonado Schaad y el coronel Francisco Luis Gordillo. Dicha junta fue disuelta algunos meses después por Ríos Montt quien se proclamó presidente del país.
