Durante los últimos días, el desconocimiento y la incertidumbre producto del Corona Virus, no sólo ha afectado la salud y la vida de miles de personas, si no, de igual manera, ha paralizado a los mercados de valores y economías de todo el orbe; lo virulento de esta pandemia y su dificultad para frenar su expansión ha obligado a los gobiernos a aplicar medidas extraordinarias, como cerrar el gobierno, comercios, empresas e industrias, además de limitar la movilidad y durante un horario determinado, mantener aislada en sus casas a la población, lo que desde el punto de vista de la salud pública es correcto, pero como resultado lógico, se ha reducido el turismo en una gran mayoría de países, lo que incluye al nuestro y así, de la misma forma, se ha reducido la producción y el consumo y esto traerá graves consecuencias económicas.
Organismos internacionales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y expertos advierten que la pandemia puede reducir el crecimiento económico mundial y generar una recesión económica en 2020. Esto obliga a que los países ante este tipo de escenario, se vean obligados a inyectar grandes cantidades de dinero para que el sistema siga funcionando, en algunos casos, ayudando monetariamente a aquellas personas que se han quedado, por el momento, sin trabajo y así puedan pagar las facturas o, apoyando financieramente a las empresas que no pueden producir para que puedan pagar a sus trabajadores, de igual manera, suspendiendo el pago de los servicios de la luz, gas o agua; prorrogándolos y diluyéndolos en meses posteriores, al igual que los créditos bancarios.
En nuestro país ya se aprobó una ley que deja mucho que desear y de la cual los diputados son los directamente responsables, ya que ante esta crisis necesitamos contar con mayores recursos para cubrir la emergencia de salud y para apoyar a los pequeños cooperativistas, a la micro, pequeña y mediana empresa, a los trabajadores de empresas de servicios que, por el momento, no pueden trabajar, a los trabajadores informales, quienes en este momento están pasando graves penas económicas, y quienes deben ser la prioridad. Los diputados no debieron haber dejado un canal abierto para auto favorecerse en la propia ley, para que las personas expuestas políticamente (PEP) puedan optar a créditos y de esa forma llevarse una gran tajada de estos recursos, lo mismo de siempre, el pueblo pasa a segundo plano, pareciera ser que no entienden que hay micro, pequeñas y medianas empresas las que no han necesitado de prebendas ni privilegios del Estado para crecer, que hoy en este momento lo necesitan, contar con un apoyo económico para seguir operando y mantener a sus trabajadores en sus puestos, es a ellos a quienes se tiene que favorecer.
Tanto los empresarios como los particulares que tienen capacidad de pago deben hacer efectivas sus deudas, sus pagos de impuestos, los pagos a sus trabajadores o el pago de los servicios de agua luz, telefonía, internet, pues todos debemos de actuar con responsabilidad social, sabiendo que ese dinero va a servir para que el Estado siga funcionando y para aliviar la carga de muchos guatemaltecos que viven al día, eso significa que un día que no trabajen no comen, ni ellos ni su familia, y les puedo asegurar que algunos ya no tienen para comer, mucho menos para pagar los servicios esenciales de agua, luz, internet, pagos que deben de diferirse como una ayuda a los que hoy lo necesitan y, quienes puedan pagar los servicios, que paguen, nadie está pidiendo nada regalado, solo se está pidiendo un tiempo para efectuar los pagos.
Se han comunicado conmigo algunas personas solicitándome información hacia donde deben dirigirse para buscar ayuda porque ya no tienen para comer, por lo que, los canales para que esa ayuda llegue al más necesitado deben ser claros y abiertos, para que a ellos llegue la ayuda y no a personas aprovechadas de la situación o corruptos que siempre aparecen. Señor Presidente, usted está haciendo un gran esfuerzo en este tiempo difícil que nos está tocando vivir, este es el momento de atajar el problema económico de una gran mayoría de la población, la más necesitada, la que hoy calladamente piden ayuda, el hambre es mala consejera y hoy lo que menos necesitamos es crear tensión social en la población, nuestra obligación como ciudadanos también es ayudar a mantener y garantizar la paz; los que podemos cumplir con nuestras obligaciones económicas hagámoslo, pero hoy los menos favorecidos nos necesitan. La razón de ser de un país es su gente no un sector en especial.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.
LIC. JULIO RIVERA CLAVERIA