Hace 131 años, en Austria, nacía uno de los precursores de la Segunda Guerra Mundial.
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Hitler fue el cuarto de seis hijos de una familia de clase media; desde muy niño mostró su alto interés en las bellas artes a lo que su padre negó rotundamente el apoyo y gracias al descontento que esto provocó en él, abandonó la escuela a pesar de haber demostrado ser un buen estudiante.
Tras el abandono de la escuela se involucró en la literatura histórica y mitológica que terminaron por despertar en él un aborrecimiento hacia los Habsburgo y la étnica del Imperio Austrohúngaro.
A sus 24 años de edad se enlistó para participar en el ejército alemán, un año después fue aceptado a pesar de ser ciudadano austriaco. Más tarde se inició en la política participando en un partido ultraderechista en el cual avanzó rápidamente hasta convertirse en su máximo dirigente.
Hitler pretendía que Alemania fuera una supremacía en Europa lo que lo llevó a iniciar la Segunda Guerra Mundial, logrando ocupar Dinamarca, Bélgica, Holanda, Noruega, Luxemburgo, Francia y Yugoslavia, hasta que la resistencia de los soviéticos fue restándole terreno y poder hasta lograr derrotarlo.
Tras la derrota Hitler decidió quitarse la vida haciéndole ser recordado como uno de los dictadores más sanguinarios de la historia.
