La pandemia del COVID-19 es una catástrofe que va más allá de una contingencia, donde vemos casos positivos y muertos a causa de esta enfermedad, sus consecuencias llegan al consumo pospandemia, donde se seguirán resintiendo los estragos de este momento histórico.
Los hijos del coronavirus
Una alarmante proyección de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) advierte que se podrían registrar 15 millones de embarazos no deseados, si las “interrupciones” del coronavirus continúan por un año.
Los detalles de la catastrófica proyección lanzada por la ONU, dan contexto a las marcas de categorías como las de productos para bebés, higiene personal y anticonceptivos, para pensar en el sentido social que las ayudará a identificarse con el consumidor en medio de esta contingencia.
La organización internacional advierte que la falta de anticonceptivos durante la contingencia que se vive por la pandemia del COVID-19, motivará 7 millones de embarazos no deseados en los próximos meses.
A esta cifra negra se suma el estimado de la ONU en donde alerta una mayor vulnerabilidad de las mujeres a violencia de género, matrimonios infantiles y mutilaciones femeninas.
Afirmó que la estrategia de comunicación tiene que centrarse en dar a conocer los riesgos y la participación de la comunidad.
Las marcas se encuentran en un momento determinante, para pensar en el consumo pospandemia y que identificarse con el consumidor es vital para ser relevante. Los puntos que ayudarán a esta actividad, tal como lo recomienda la ONU, son el desarrollo de una estrategia de comunicación que motive la participación de la comunidad y entender que habrá millones de embarazos no deseados, nivel desde el cual debe comenzar a trabajar campañas, productos y lo principal, realidad a partir del cual una marca debe adaptar sus valores.
Las consecuencias del confinamiento
Grupo Karex es uno de los mayores productores de condones en el mundo y en una nota publicada por Forbes a comienzos de abril, aseguró que se cuenta con el abasto necesario para suministrar este producto por seis meses, después de ese periodo, la empresa aseguró al medio financiero que no se puede descartar un desabasto.
El medio señaló que entre las restricciones al suministro global que hay de este producto se encuentran el control del movimiento que impide a los colaboradores llegar a las fábricas que elaboran este anticonceptivo, las restricciones impuestas por las autoridades de reducir la producción en fábricas y la dependencia a los proveedores de los materiales necesarios para su fabricación.
Consumo pospandemia
Los hábitos de los consumidores se redefinirán una vez que concluya la pandemia por COVID-19 que se vive en más de 180 países en el mundo, dando paso al consumo pospandemia, donde ya no se puede evitar hablar de los hijos del coronavirus, que es el fenómeno de embarazos no deseados que surgirán durante esta contingencia.
Buscar un sentido social será fundamental para que las marcas sigan siendo relevantes para el consumidor y las marcas que importan serán aquellas que acompañen al consumidor que se vio afectado por la catástrofe del coronavirus