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QUETZALTENANGO
Diario de Los Altos

La Catorce

Vanessa Ramos, entre versos que no saben ausentarse

«Me siento incómodamente a repasarme
y me delineo el rostro ya tan ajado
por el llanto y por el llanto y por el llanto.

No logro penetrar tu corteza
solo asusto a tus pájaros.»
V. Ramos («Cansancio», fragmento).

Ausencia (Cafeína Editores, 2016) es un poemario completo, en el sentido estético-literario y en contraste a las carencias que pueda representar su propio título.

Vanessa Ramos es una talentosa actriz, artista y escritora, además de ser la autora de estos poemas. Ella es quien nos ha legado un compendio de líricas no solamente de contenido amplio, sino con una capacidad comunicativa entre estructura y sentimientos del todo ejemplar.

Resulta que Guatemala es un país de poetas, diversas voces líricas convergen en este punto del trópico centroamericano como un eje cultural y literario que se destaca por la voz individualizante o colectiva de la región; por lo tanto, el país se ha convertido en la búsqueda de conexiones entre lo cotidiano y lo urbano, el idílico plan de la naturaleza humana y la tierra, la entrañable descripción de la tradición y la herencia de nuestros ancestros, y, sobre todo, la interpretación de una realidad con los sentimientos a flor de piel. Sin embargo, en esa amalgama de motivos líricos destacan pocos, o los mismos casi siempre.

Portada de «Ausencia» (Cafeína Editores, 2016) de Vanessa Ramos.

Ramos pertenece a las voces que susurran en lo profundo de una librera, a lo lejos de los gritos de los medios, sin tanto brillo, pero sin dejarse empolvar tampoco. Pienso que si no la hemos leído nos estamos perdiendo una poeta con matices de originalidad en sus isotopías, variedad de formas expresivas y una interpretación sensorial muy única de la existencia.

Al adentrarse a los textos de Ausencia, Vanessa nos pone en contexto de la perspectiva femenina interactuando con su cuerpo y con su rol de mujer, madre y ser humano. El plano físico cobra relevancia en sus versos, ya que su identidad y sus experiencias poéticas plasmadas, nos acercan a la empatía por sentir, por estar, por gritar, por callar y por vivir.

Existen dentro del poemario versos libres, motivos líricos de toda clase, posicionamiento de roles femeninos, apreciaciones colectivas sociales, oximorones, aliteraciones, símiles, pero más importante aún, ciclos completados a partir de cada poema individual. Cada poema, por sí solo, es un ambiente listo para la batalla del amor por la vida, predisposición a abrazarse a la muerte y juegos eróticos encarnados en el contexto del cuerpo dolido y sufrido.

Las ausencias que Vanessa Ramos ha plasmado no son la falta de algo, como en el sentido estricto de la palabra se pueda emplear dicho concepto; estas ausencias están solo carentes de actantes, son espacios vacíos que se llenan lector a lector y que reflejan las verdades detrás del teatro de la vida rutinaria.

La verdad es que el libro entero encarna vida propia desde la primera hasta el última de sus letras, porque es una narración anacrónica capaz de romantizar el júbilo y al mismo tiempo puede sumergirte en la agonía; esto se debe, probablemente, por el perfecto dominio del idioma que tiene la poeta.

Basta decir que es una obra que debiera tener mayor difusión y relevancia por su carácter femenino y la crudeza con la que nos invita a emprender el día a día. Hay pocos autores, en la actualidad, capaces de compartir con tanta belleza y entrega su visión de realizarse ante el hilo frágil de la vida, como lo hace Ramos.

«Solo celebro mi muerte
                        cada amanecer
sin cantarte mi poesía al oído
mientras alguien más
te da su libro
de amaneceres
absolutos.»
V. Ramos («Quién fuera poeta», fragmento).

Vanessa Ramos es actriz, artista y escritora guatemalteca; foto tomada durante su presentación de libro en La Casa de Cervantes en la zona 1 de Ciudad de Guatemala. Créditos a: La Casa de Cervantes.

 

Este artículo contiene fragmentos de una nota publicada anteriormente en Revista La Fábri/k/ el 22 de diciembre de 2018, cuya redacción es autoría del periodista Rodrigo Villalobos Fajardo.

Escritor, editor, periodista, gestor cultural, investigador archivista, profesor de lenguaje, comunicador y tallerista. Nació en Ciudad de Guatemala en 1992. En 2011 creó su blog "Tulipanes de plástico", donde expone poemas, ensayos y cuentos de su autoría. Formó parte de las antologías «Frente al silencio -Poesía-», «Antología poética 20-30» y «Antología del Bicentenario de Centroamérica». Ha publicado los libros «Poemas de un disquete» (2017) y «Tulipanes de plástico» (2018). En la actualidad, finaliza sus estudios de la Licenciatura en Letras en la USAC; está a cargo de la editorial "Testigo Ediciones"; colabora como columnista y redactor para varios medios digitales; es profesor de enseñanza media de comunicación y lenguaje; además, dirige y trabaja en proyectos de artivismo y memoria histórica.

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