La farmacéutica AstraZeneca ha anunciado este domingo que no encontró pruebas de que su vacuna contra el coronavirus provoque un aumento del riesgo de la aparición de coágulos de sangre.
La empresa aseguró en un comunicado que llevó a cabo «una cuidadosa revisión» de todos los datos disponibles de más de 17 millones pacientes inoculados con su fármaco en la Unión Europea y el Reino Unido, luego de que distintos países pospusieran o limitaran la vacunación con la fórmula después de aparecer informaciones de que algunas personas desarrollaron trombos tras recibir la dosis.
Según subrayó la compañía, los resultados «no mostraron evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar, trombosis venosa profunda o trombocitopenia, en ningún grupo de edad definido, género, lote o en ningún país en particular».
Además, AstraZeneca detalló que en el territorio británico y del bloque se han notificado 15 casos de trombosis venosa profunda y 22 de embolia pulmonar entre las personas que recibieron el fármaco, de acuerdo con los datos que la empresa había recibido hasta el 8 de marzo. «Esta cifra es mucho más baja de lo que se esperaría que ocurriera naturalmente en una población general de este tamaño y es similar a la de otras vacunas contra el covid-19 autorizadas», señaló.
La farmacéutica agregó que sigue realizando junto con las autoridades sanitarias europeas pruebas adicionales y apuntó que ninguna de las nuevas pruebas hechas ha mostrado motivos de preocupación. En cuanto a la calidad, tampoco se han confirmado problemas relacionados con ningún lote del fármaco utilizado en Europa, ni en el resto del mundo.
«La seguridad del público siempre será lo primero. La empresa está estudiando detenidamente esta cuestión, pero las pruebas disponibles no confirman que la vacuna sea la causa. Para superar la pandemia, es importante que la gente se vacune cuando se le invite a hacerlo», concluyó AstraZeneca.
Suspensión del uso de la vacuna
Varios países, como Austria, Estonia, Letonia, Lituania, Luxemburgo e Italia, han dejado de usar algunos lotes de la vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford, mientras que Dinamarca, Noruega, Islandia, Bulgaria y Tailandia suspendieron esta semana la vacunación con ese fármaco. Además, las autoridades irlandesas recomendaron detener temporalmente la vacunación con el fármaco.
La decisión de esos países se produce, en mayor parte, tras la aparición de unos informes sobre la formación de coágulos de sangre en personas a las que se les había administrado ese antídoto.
Respuesta de las autoridades sanitarias internacionales
Por su parte, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) aseguró este jueves que se están «revisando todos los casos de eventos tromboembólicos y otras afecciones relacionadas con los coágulos de sangre» y reiteró que «actualmente no hay indicios de que la vacunación haya causado estas afecciones, que no se enumeran como efectos secundarios con esta vacuna».
Mientras, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud , Margaret Harris, indicó este viernes que no hay razón para dejar de usar la vacuna contra el covid-19 de AstraZeneca.
«Sí, deberíamos seguir usando la vacuna AstraZeneca. No hay ninguna indicación para no usarla», señaló Harris en una sesión informativa en Ginebra, describiendo el fármaco como una «vacuna excelente».