Lejos ha quedado ya aquella noche lluviosa de mayo, cuando desde el punto penal, Xelajú Mario Camposeco se coronaba por quinta vez, como campeón nacional.
Después de aquella gesta deportiva en el coloso de hielo, dos noches fugaces transcurrieron, la victoria ante las Chivas de Guadalajara y la llave digna ante Monterrey. Después de eso, ciclos mediocres, equipos sin identidad, abandono de las fuerzas básicas. El aguerrido se convirtió en uno más.
Desde aquel 2012, Xelajú ha visto a otros equipos departamentales coronarse campeones: Antigua en cuatro ocasiones, Guastatoya en tres; Suchitepéquez, Santa Lucía y Malacateco en una ocasión cada uno.
Además hace cuatro años fue la última y única vez en 10 años en que Xelajú Mario Camposeco jugó una final de torneo nacional, perdiendo la misma ante Guastatoya.
Dicha mediocridad y malos torneos, pésimas gestiones administrativas, han provocado que la afición superchiva se aleje del mítico estadio escolar de la ciudad.
En la mayoría de los torneos Xelajú ha estado rondando la media tabla y hace pocos años se miraba como una gesta el clasificar a una liguilla, cuando en la década pasada, Xelajú junto a los dos capitalinos eran los invitados a jugar las semifinales del torneo.
Ha existido un baile de técnicos que han venido a ganar su dinero en forma sencilla, que no han marcado estilos, técnicos incapaces y a eso, se le suma jugadores sin corazón por la camiseta altense. Jugadores mediocres.
Esa es la realidad de Xelajú, que en el último torneo ocupó el sexto lugar y cayó eliminado en cuartos de final ante Municipal. El otrora aguerrido equipo de Quetzaltenango, ahora es un equipo mediocre que incluso ya no llena las expectativas de jugadores, que ven con mejor viabilidad proyectos deportivos como el de Guastatoya, Santa Lucía, Cobán Imperial y Antigua Guatemala.
Alguien imparcial podría decir que esta es la realidad de Xelajú, un equipo con 9 títulos oficiales en sus 80 años de historia. Este febrero cumple 8 décadas en la historia del futbol chapín. Y aún conserva el título de equipo con más campeonatos en la provincia. ¿Pero cuánto tiempo tendremos ese honor?
Antigua Guatemala nos respira en la nuca, con un proyecto sólido que día a día se muestra más fuerte y mejor. Mientras nuestro Xelajú es uno más en la liga.
Quizás ese es el reto de los de Rubirosa, el nuevo cuerpo técnico. Demostrar que en ochenta años no son uno más de los plantes que han conformado el Xelajú. Que este año volverá a su sitial de lucha y de aguerrido.
80 años de historia, nueve títulos, el último hace 10 años, nos indica la realidad, equipo mediano, que demuestra en este presente, una mentalidad chica y desordenada. De apagar los fuegos del día y no pensar en el mañana.
