Cada vez más personas están conectadas a internet, por lo cual estas plataformas se han convertido en un instrumento para acercar familiares y amigos y mantenerse comunicados, pero de igual manera estas plataformas se han convertido en un arma mortal, plataformas que se explotan de tal modo que provocan en la población confusión, o ejercen una influencia en ella que puede tener consecuencias peligrosas o generar polarizaciones, confrontación y odio.
Desgraciadamente cada vez vemos más en las redes, una tendencia alarmante al discurso del odio, especialmente en momentos en que los países pasan por instantes de crisis o situaciones de tensión política o social, y es en este momento que este tipo de discurso hace su aparición y lo difunden y generalizan en las redes, que luego, las diversas plataformas de internet se encargan de amplificar, discursos de odio que se caracterizan por activar tensiones colectivas y desatar la violencia, en muchos casos, de una manera incontrolable.
Estos discursos de odio provocados a través de las redes sociales pueden generar todo tipo de daños a las personas, desde daños emocionales, daños psicológicos, daños materiales, e incluso en muchos casos daños físicos que pueden llevar hasta la perdida de la vida, es por eso por lo que tenemos que educar a la población en el uso adecuado de las redes sociales y exigir al gobierno una legislación que proteja a la población de este tipo de actividades que implementan algunas personas.
La misma tecnología que permite que las redes sociales impulsen el activismo en favor de las buenas causas y de la democracia, también pueden servir para que personas o grupos extremistas, distorsionen hechos y difundan mensajes provocadores y de odio, que tienen efectos profundos en las sociedades ya que aparte de generar conflictividad social, también incrementan las vulnerabilidades sociales y generan violencia de manera nueva e impensada; igualmente, está comprobado que esta mismas plataformas tecnológicas son utilizada por grupos criminales que procuran organizarse y ganar adeptos en las redes para cometer actos criminales, así mismo, posibilita a otros grupos a que promuevan la discriminación, la xenofobia y el odio en los pueblos, además, hablar sobre el discurso de odio no se circunscribe únicamente a los campos de la política, de la ética o de la justicia, este cada vez se vuelve más complejo debido a la naturaleza propia del internet.
Muchas personas consideran a la red como una especie de liberación personal o ideológica, es decir, que no debe estar sujeta a regulación alguna y, por lo tanto, la gente tiene el derecho de expresarse como como quieran, sin restricción alguna, aun pasando por encima de los derechos o de la dignidad o el honor de otras; si el gobierno central intenta regular ese mal uso que se le da a internet, irreflexivamente surgen opiniones y acusaciones sobre censura o antidemocracia, normalmente, los usuarios que insultan o generan discursos de odio y liberan su frustración en las redes sociales, no serían capaces de hacerlo si tuvieran a esa persona de frente, es decir, se esconden bajo las faldas de una red social para expresar lo que en persona no podrían decir.
Insisto, la ley de Ciberdelitos es una necesidad urgente en el país, los señores diputados deben entender que no se puede manosear la ley de Libre Expresión del Pensamiento, esta debe de ser respetada, pero los ciudadanos necesitamos una ley que nos proteja de aquellos que hacen mal uso de las diversas plataformas en las redes sociales y que nos permita presentar las denuncias respectivas en el Ministerio Público en contra de aquellos que hacen mal uso de las redes sociales.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.
