El Real Madrid participó en el homenaje que la Real Sociedad dedicó a David Silva antes del encuentro. Ambos equipos formaron un pasillo para recibir al exfutbolista, que hizo el saque de honor en el Reale Arena. Silva se retiró del fútbol profesional el pasado 27 de julio tras 20 años de carrera. El canario fue una pieza clave en la selección española (con la que ganó 2 Eurocopas y 1 Mundial) y militó en las filas del Valencia, Éibar, Celta, Manchester City y Real Sociedad.
E l Real Madrid es insaciable. Como si tuviera prisa por cerrar el campeonato, el líder se impuso con un equipo repleto de no habituales, demostrando la fortaleza que le ha llevado donde está. Esto es, la aportación de los más inesperados. Arda Güler selló el 0-1 y dejó detalles magníficos ante un rival de prestigio. La Real, en plena pelea por Europa, mereció más premio, especialmente en el primer tiempo, y se fue quejándose de Munuera Montero, que anuló bien los goles de Kubo y Oyarzabal. Si el Barça no gana al Valencia el lunes, el Madrid podría ser campeón el sábado próximo ante el Cádiz.
Tiene un riesgo doble el Madrid en estos días. Entre que da LaLiga por descontada y que todo el foco está puesto en la Champions, desde la alineación a la mentalidad, la ventaja es considerable para un rival con algo en juego. La Real no concedió ni un minuto al líder y se instaló en campo ajeno, buscando la verticalidad por los costados. Javi Galán, que ya en su etapa con el Celta dejó al Madrid su tarjeta de visita, abrió el duelo con dos centros estupendos, defendidos por Kepa y Fran García para evitar sustos.
Portero y lateral fueron dos de las múltiples novedades en el once de Ancelotti, que sólo mantuvo tres titulares habituales: Nacho, Carvajal y Tchouaméni. El italiano encontró al fin la ocasión de rodar a Militao, central diestro, y concedió la primera titularidad a Arda Güler, ubicado en banda derecha. Sufrió de inicio el turco en el retorno defensivo, con las subidas de Galán y el dos contra uno con Barrene, pero tiene ángel. Después de un par de controles de clase, apareció en el momento justo por el lugar inesperado. Cambió desde la izquierda Tchouaméni para Carvajal que metió un gran centro de primeras, no embocó Joselu de primeras y Arda, buscando el hueco entre Zubeldia y Odriozola, remató con la zurda a la red. Primer disparo del Madrid, 0-1.
Reaccionó con orgullo la Real, que pudo empatar dos minutos después con un remate desde la frontal que palmeó a córner Kepa. La presión donostiarra complicó desde el inicio la salida del Madrid, y Tchouaméni jugó con fuero un minuto después al proteger la bola ante Barrene. Munuera, muy cerca, no consideró falta, falló Oyarzabal en el primer remate y Kubo remachó el balón suelto. Los madridistas protestaron con razón, el contacto de Barrene en el gemelo de Aurelién obligó a Busquets Ferrer a llamar al colegiado. Imanol y el banquillo indignados, y el Reale cantando «que se vayan». A la Superliga, se supone.
El descanso no modificó los planes de los técnicos. Al fin y al cabo, la Real había llevado el ritmo, llegando bien por banda y generando a balón parado. Y el Madrid, sin continuidad en el juego, se había defendido con orden, aunque echaba de menos la presencia de Modric con la pelota. Nada más reiniciarse el duelo, un despeje corto de Militao cayó a Turrientes que remató con malicia. Otra buena mano de Kepa, Buena respuesta del portero ante el anuncio del regreso inminente de Courtois. Fue un fogonazo porque el Madrid creció con los minuitos, al ritmo que subía el protagonismo de Modric. También creció la participación de Güler, con un par de remates y una espuela ante Javi Galan de puro lujo. Eso sí, rozó la segunda amarilla en un par de acciones y no era cuestión de exponerle más. Imanol quitó primero a Turrientes, que había sido de lo mejor en la Real, y la réplica madridista fue Vinicius y Valverde por Arda y Ceballos, muy discreto.
Le anularon otro gol a la Real, a Oyarzabal. Por claro fuero de juego tras remate de Merino. Prueba de que la Real también podía hacer daño en un chispazo, porque el partido, sin dueño claro, se había caído. La siguiente ronda de cambios perjudicó al Madrid al caer Nacho como lateral zurdo y entrar Rüdiger al centro. También inlfluyó la entrada de Sheraldo Becker como extremo zurdo. Tuvo una Oyarzabal, muy clara, que sacó Rüdiger con la espalda, y un disparo lejano de Becker se fue al tejado de la portería de Kepa. Anoeta hervía, pero hizo un alto para despedir a Modric al ser sustituido. Elegancia donostiarra. El Madrid gestionó tan bien los últimos minutos que las mejores ocasiones del tramo final fueron visitantes, en especial una de Camavinga. Victoria trabajada para acelerar el alirón y poner los cincos sentidos en la Champions. La Real tendrá que mejorar si quiere obtener billete europeo. Ha perdido convicción en el instante decisivo.