El pasado 30 de abril, la Granja Penal Pavón en Fraijanes fue testigo de un oscuro episodio cuando dos extorsionistas recuperaron su libertad mediante una orden judicial. Sin embargo, su salida de la prisión fue seguida por un trágico desenlace. Al ser atacados por pandilleros rivales en un ajuste de cuentas, resultaron heridos y, lamentablemente, un niño perdió la vida en medio del enfrentamiento.
Ayer, la sombra de la violencia volvió a proyectarse sobre estos individuos cuando dos de los heridos en el suceso anterior fueron nuevamente capturados, esta vez junto a otro pandillero, en la aldea Lo de Reyes del municipio de San Pedro Ayampuc. La captura se produjo mientras se movilizaban en un vehículo negro, y tras una inspección, se les incautaron dos armas de fuego calibre 9mm, que, según se presume, estaban destinadas para un nuevo ataque armado.
Este rápido accionar por parte de la Policía Nacional Civil (PNC) representa un rayo de esperanza en la lucha contra la violencia pandilleril. Una vez más, las fuerzas del orden lograron anticiparse a acciones de violencia y evitar la pérdida de vidas humanas.
Es importante destacar el trabajo continuo de la Subdirección General de Prevención del Delito de la PNC, que ofrece una serie de programas dirigidos a prevenir que niños y jóvenes sean reclutados por pandillas. Estos programas no solo ofrecen nuevas perspectivas de vida, sino también alternativas positivas para salir de los círculos de violencia y delincuencia.
En un momento en que la violencia pandilleril amenaza la seguridad de nuestras comunidades, es crucial no solo tomar medidas represivas, sino también abordar las causas subyacentes de este fenómeno. No permitamos que estos delincuentes roben también el futuro de nuestros hijos.
