En respuesta a las declaraciones de Rusia sobre el hallazgo de reservas de petróleo y gas en la Antártida, el presidente Joe Biden firmó un memorándum que redefine la política estadounidense hacia esta región. El documento, que reemplaza la directiva de 1994, subraya la importancia de la Antártida en el sistema climático global y como plataforma para la investigación científica.
El memorándum establece cuatro objetivos clave: proteger el medio ambiente antártico, preservar oportunidades de investigación científica, mantener la cooperación internacional pacífica y asegurar la conservación de los recursos vivos. Estados Unidos reafirma su compromiso con el Sistema del Tratado Antártico (STA) y rechaza las reclamaciones de soberanía, manteniendo todos sus derechos conforme al tratado.
Además, el documento prohíbe actividades relacionadas con recursos minerales, respondiendo directamente a las declaraciones rusas. Estados Unidos continuará liderando en la región a través de la Fundación Nacional para la Ciencia (NSF), que gestiona tres estaciones de investigación en la Antártida, promoviendo la transparencia y la cooperación internacional.