Bienvenidos al Carnaval de las Inundaciones, donde cada temporada de lluvias promete un espectáculo acuático inigualable. Quetzaltenango, la joya del altiplano guatemalteco, ofrece a sus ciudadanos una experiencia única: el chapoteo en las calles, el barro en los salones y la danza de los drenajes colapsados.
Los sectores VIP de esta fiesta natural incluyen El Calvario, Barrio Santa Ana, y las zonas 1 y 2. No se preocupen, zonas 3, 6, 7 y 10, también podrán disfrutar de la acción gracias a la colosal red de drenajes que data de 1821, con la parte «moderna» de más de 30 años. ¡Sí, han leído bien! Una reliquia histórica que funciona heroicamente más allá de su período de diseño.
En 2012, la Dirección de Investigaciones del Centro Universitario de Occidente calculó que se necesitan solo Q300 millones para un plan maestro de alcantarillado en la zona 2. Un pequeño precio para garantizar que los quetzaltecos no necesiten cubetas para sacar el agua de sus viviendas.
¿Por qué nos inundamos? ¡Ah, una combinación de deforestación, crecimiento desordenado y cambio climático! Quetzaltenango, con su inclinación natural para convertirse en Venecia, ha sido potenciada por décadas de planificación urbana digna de un Picasso en pleno ataque de creatividad.
Pero no teman, ciudadanos, la administración actual, con el alcalde Juan Fernando López a la cabeza, ha lanzado el «Plan de Acción Xelajú Sostenible». Con ejes estratégicos tan inspiradores como «cuentas claras», «agua viva», «ciudad limpia», «territorio en orden» y, por supuesto, «mitigación de inundaciones», estamos en buenas manos. O al menos, en manos con planes.
El portal de gobiernos locales nos asegura que se ha invertido el 35% del presupuesto en protección ambiental y el 25% en urbanización y medio ambiente. El dinero vuela hacia proyectos sin fondo como agua en un colador.
Un estudio de 2014 sobre vulnerabilidad climática clasificó a la cabecera municipal, La Esperanza y Salcajá con alta probabilidad de inundarse. No queríamos que se sintieran excluidos del espectáculo, por supuesto.
Con 83 incidentes reportados por la Conred en la temporada de lluvias del año 2023 más de 136,167 personas afectadas en todo el país, la emoción no para. Los ciudadanos de Quetzaltenango disfrutan de la espera de que la lluvia pase para luego comenzar el ballet del agua y el lodo en sus hogares.
Este 2024 ni bien empezaron las lluvias hace unas semanas atrás y un vehículo ya se había quedado atascado en el inundado paso a desnivel de Avenida Las Américas, que por cierto fue un recuerdito inaugurado por el ex alcalde Mito Barrientos, solo queda esperar a ver qué va a pasar con el ingreso de la lluvia este año, hasta la góndola salpicona tenemos en Xela.
En resumen, Quetzaltenango sigue ofreciendo un espectáculo gratuito de desastres naturales. ¡Súmense a la fiesta y no olviden sus botas de lluvia!