EL OBSOLETO SISTEMA DE DRENAJE QUE PONE EN RIESGO A LA CIUDAD
Desde el año 1821 se creó la red de drenajes de Quetzaltenango, la cual se compone de 243.8 kilómetros de tubería que transportan agua de lluvia y aguas servidas.
Este sistema es combinado, generando dificultades históricas no solo por lo obsoleto que está, sino también por la posición geográfica de la ciudad.Los colectores conducen las aguas de lluvia o servidas como un periférico de alta velocidad que conecta con todas las calles. Además, Quetzaltenango tiene solo un colector que, originalmente, era un zanjón natural, es decir, no estaba diseñado para cumplir tal función.Este colector improvisado inicia debajo del Parque El Calvario, recorre el Centro Histórico hasta el Puente Los Chocoyos, se dirige a la Zona 2 y descarga a 400 metros del Puente Los Batanes.Era un zanjón que se convirtió en drenaje hace ya varias décadas.
El embovedado rumbo a la Zona 2 tiene una placa de hace 40 años, que se construyó debido a los malos olores que emanaban de ahí. Así, el zanjón pasó a ser un colector, pero no fue diseñado para ello.Con el crecimiento de la ciudad, se construyeron los primeros ramales hacia el colector improvisado. A medida que aumentaban las viviendas en zonas como la 7 y la 8, estas se conectaron a los ramales antiguos. “No existe un drenaje principal al que desfogar, sino una red de drenajes que se fue conectando entre sí mientras crecía la ciudad. Ese es uno de los problemas”, explica un experto.Mejorar el colector implicaría corregir una planificación de hace 80 años con una inversión a largo plazo y trabajos muy amplios que difícilmente realizará cualquier corporación municipal.Un colector tiene la función de recoger y conducir líneas de drenaje provenientes de varios sectores. Regularmente, tiene diámetros muy grandes, como la bóveda que surge como un colector de aguas pluviales.
No estaba planificado para aguas negras; es un zanjón que se fue adaptando.La comuna tiene un presupuesto de Q5 millones para el mantenimiento del sistema de drenaje, el cual puede ser preventivo (limpieza) o correctivo (cuando se atienden taponamientos). Según Rivera, habría que analizar en detalle cómo se gastan estos fondos, ya que la mayor parte debería dedicarse a acciones preventivas y no reactivas, como cuando hay inundaciones y se renta maquinaria para limpiar. Eso es reactivo y no preventivo.Además, se contratan empresas, como el Proyecto Conservación de Infraestructura Municipal para el Manejo de Aguas Pluviales, Residuales y Combinadas.El mantenimiento está a cargo de los empleados municipales y de empresas. Sin embargo, en la actualidad no hay un contrato vigente con ninguna institución privada para la limpieza de los tragantes y el resto de la infraestructura. El sistema de drenaje tiene una cobertura del 70% en el área urbana y del 10% en el área rural.A pesar de esto, no se logra cubrir por completo la limpieza de drenajes, lo que ocasiona que cada vez que llueve, Xela se inunda. Además, los ciudadanos contribuyen poco, tirando basura en las calles, que después termina en los drenajes, colapsándolos con las lluvias. Los trabajadores municipales han sacado de los tragantes colchones y toneladas de basura. La ubicación geográfica hace que los drenajes se saturen y rebalsen rápidamente.La última «mejora» de la red de drenajes fue la presentada en el informe de gobierno de este año. La Dirección de Drenajes y Alcantarillados reporta que ejecutó la construcción y ampliación del sistema de alcantarillado sanitario y pluvial en Chiquilajá, Llanos de La Cruz, Barrio La Independencia, Brindis y Zona 8, con un costo de Q12,663,056, más Q2,916,976 por el Proyecto de Conservación del Sistema de Alcantarillados y Unidades de Drenaje, limpieza de ríos y zanjones del municipio.En cuanto a los desechos sólidos, el informe señala que se remozó el centro de acopio en la esquina de la Calle Rodolfo Robles y 29 Avenida, Zona 3, para mejorar la disposición y recolección de residuos en el Mercado Minerva.A pesar de estas acciones, Quetzaltenango se convierte en un lago cada vez que llueve fuerte. ¿La solución? Mejorar todo el drenaje en la ciudad, reemplazar lo obsoleto por un sistema nuevo y dar seguimiento durante varios años para que sea funcional. Según un ingeniero, es necesario crear algunas canales para recolectar el agua de lluvia y evitar la sobresaturación de drenajes, además de fomentar que los ciudadanos no tiren tanta basura en las calles.