La Catedral del Espíritu Santo en Quetzaltenango, conocida también como la Catedral de los Altos, tiene una rica historia que se remonta a su construcción original iniciada en 1532. Dedicada al Espíritu Santo y ubicada en el Centro Histórico de Quetzaltenango, fue fundada por los españoles poco después de conquistar la ciudad, con el objetivo principal de evangelizar a la población indígena.
Con el paso de los años, la catedral ha sufrido varios daños significativos debido a terremotos, como los ocurridos en 1765, 1853 y 1902. Estos eventos llevaron a múltiples reconstrucciones y renovaciones, la más significativa siendo la demolición en 1898, que dejó en pie solo la antigua fachada barroca. La nueva estructura de la catedral fue inaugurada en 1954.
En los últimos años, se han llevado a cabo varios trabajos de remozamiento para preservar y restaurar esta joya arquitectónica. En 1998, se iniciaron los esfuerzos para restaurar la fachada barroca original, lo que permitió recuperar gran parte de su esplendor histórico. Más recientemente, en 2016, el inmueble de la catedral fue finalmente devuelto a la Iglesia, lo que facilitó nuevos proyectos de mantenimiento y preservación
Estos esfuerzos continuos han permitido que la Catedral del Espíritu Santo siga siendo un ícono de Quetzaltenango, destacándose no solo por su importancia religiosa, sino también por su valor histórico y arquitectónico. La catedral alberga la venerada imagen de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad, coronada en 1983 por el Papa Juan Pablo II durante su visita a Guatemala
Hoy en día, la Catedral del Espíritu Santo se mantiene como uno de los principales atractivos turísticos y religiosos de Quetzaltenango, reflejando la rica herencia cultural y espiritual de la región.