Durante algunos años y a la fecha he trabajado como analista en los canales abiertos de la TV y colaboro con otros canales, radios y medios escritos; es a través de los medios de comunicación que nos enteramos de lo que sucede en el país, antes era por la prensa escrita, radio y televisión, hoy en día se suman a ellos las redes sociales, periódicos digitales y cualquier medio digital que permite que las noticias lleguen de forma inmediata sin ningún filtro ni control.
En materia de noticias de seguridad, violencia y hechos criminales, regularmente las noticias son editadas en todos los medios de comunicación y con advertencia de contenido fuerte o violento, el objetivo es no perturbar a los usuarios de los medios con contenidos de muerte o agresiones, lo que realmente se ve muy poco en los medios de comunicación tradicionales.
Normalmente un equipo de periodistas y productores se encargan de analizar los contenidos y aprobarlos para su difusión, se trata de respetar ciertos valores y en muchos de los casos, proteger la dignidad e integridad de la víctima, aun cuando no podemos negar que el amarillismo noticioso marcó una época en el periodismo, lo interesante es que hoy los mismos periodistas nunca estarían de acuerdo en plantear noticias amarillistas. Hoy, desgraciadamente las redes sociales trasmiten las noticias sin ningún tipo de filtro y control, por lo que no hay ningún mecanismo de advertencia al usuario de las redes y simplemente las imágenes se suben a las diferentes plataformas y los usuarios las reciben tal cual.
En la medida en que las sociedades se hacen más violentas, en esa misma proporción aumenta el consumo de contenido violento lo que se puede traducir en violencia criminal cruel y sanguinaria, y como consecuencias destaca la normalización de la violencia, en otras palabras, en nuestro país suceden hechos criminales que sacudirían a cualquier otra sociedad, pero aquí, pasan casi desapercibidos, considero que este fenómeno tiene que ver con las estructuras criminales, la intensidad de la violencia, los hechos criminales, que los convirtió en algo normal y cotidiano, la realidad es que nadie se inmuta ante la presencia de cadáveres en las calles y barrios, o de asesinatos cometidos con violencia, saña y crueldad, a más exposición a la violencia, mayor insensibilidad, normalizamos los asesinatos y las desmembraciones, estos se han convertido en algo que se ve con naturalidad, según El Universal.
AL RESCATE DE GUATEMALA.
