En los primeros años de la red, navegábamos ante una exposición muy limitada de contenidos, poco a poco surgían nuevos sitios con todo tipo de material, desde educativo, informativo hasta pornografía y con el tiempo aparecen en la red la violencia y los hechos criminales, la exposición a la red era masiva, pero limitada a los que en esa época tenían computadoras para comunicarse, con el aparecimiento de los teléfonos inteligentes y el boom de las redes sociales el escenario dio un giro total, de pronto la violencia dejó de llegar al usuario controlada, dosificada y filtrada como lo hacen los medios de comunicación tradicionales, por lo que cualquier persona con un teléfono celular inteligente puede generar noticias, grabando y fotografiando todo tipo de hechos, por violentos o crueles que estos sean y transmitirlos de inmediato a través de sus redes sociales.
La generación de noticias, por lo dicho anteriormente, hoy está a la mano de todos; un video o una foto con suficiente impacto se viralizará y llegará a miles o millones de usuarios, sin importar su edad, sean estos adultos o niños y ya que en las redes sociales no existen controles y filtros, es decir, no hay personas responsables que de alguna manera censuren o editen el contenido cuando se trata de crímenes brutales o imágenes dantescas de accidentes o abusos, esa información se distribuye sin pensar en el daño que se le puede hacer a usuarios de las redes, especialmente niños y jóvenes.
Lo que podemos asegurar es que, con el nacimiento de la Internet, así como la proliferación de las diferentes plataformas, han cambiado los paradigmas comunicacionales; los medios de comunicación tradicionales han empezado a dejar de ser los protagonistas y empiezan a perder espacios ante las redes sociales. La población se ve afectada porque al no haber ningún tipo de restricción y control sobre las publicaciones que se hacen en las diversas plataformas en internet, toda esa información llega de manera directa y cruda a los usuarios sin importar la edad y los niveles de violencia consumibles se hacen cada vez mayores, de allí la importancia del control de las redes sociales y de las diversas plataformas, para que las imágenes o videos de actos violentos o hechos criminales espantosos no lleguen a los usuarios de las redes sociales.
En nuestro país, suceden crímenes que horrorizarían a otras sociedades y aquí para muchos, estos pasan de manera indiferente, sabemos de la muerte violenta por ejemplo de Farruko Pop, de Denisse Esperanza Sulecio solo para mencionar los más recientes, crímenes que fueron cometidos con violencia, salvajismo y crueldad inimaginables
Entonces, ¿cómo hacer para no insensibilizarnos ante la violencia y el crimen, para que entendamos el dolor y el daño que produce la delincuencia en la sociedad? Especialistas señalan que, en el caso de niños y adolescentes, es necesario establecer procesos comunicacionales, intercambiar opiniones sobre contenidos que pueden ser perturbadores para ellos; a las personas adultas se les sugiere que el consumo de contenido violento sea racional, con una visión crítica de los hechos, al final la clave es educar, educar y educar.
AL RESCATE DE GUATEMALA.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.