Hace unos meses atrás, escribí una reseña sobre un artículo del periodista español Arturo Pérez-Reverte que se titulaba “Ahora le toca a la lengua española”, relacionado a una nota donde abordó el tópico de que el idioma lleva hasta el momento más de 5 mil años de evolución registrado, por ende, podemos decir que en serio ahora le toca a la lengua española seguir el proceso de cambio.
El idioma español ha tenido tantas variaciones desde sus orígenes. Las mezclas con los diferentes grupos étnicos han devenido en ciclos de unificaciones que han hecho que estas agrupaciones hayan adquirido nuevas maneras de comunicarse, escribir y relacionarse.
Si hablamos desde su simiente, no podemos negar que el idioma español es una de las lenguas romance más hablado, un estudio menciona a la península Ibérica, México, Centroamérica, buena parte de Sudamérica, algunas islas del Caribe, y el sur de los Estados Unidos donde más se utiliza como medio de comunicación.
Históricamente hablando, en la península española, que era la Iberia antes que Roma la llamara Hispania (de allí el término hispano), se hablaban diversas lenguas étnicas. Antes de ser conquistados por los cartagineses, romanos, fenicios, griegos con Alejandro Magno. Cada una de las regiones de la Iberia eran habitados por grupos Tartesios y grupos de iberos y Celtas, siendo el latín de los romanos, pero específicamente, el latín vulgar que hablaban los generales que estaban al mando de las legiones el que prevaleció, tomando de ellos la mayoría de vocablos que forman nuestro idioma.
Muchas palabras que hablamos en nuestra lengua tienen origen griego, (el estudio indica que los romanos adoptaron palabras griegas a su vocabulario) visigodo-nórdicas y de origen árabe. La unión de cada una de estas corrientes lingüísticas fue formando las lenguas y dialectos que actualmente se habla en la península.
El lingüista, matemático, filósofo y lógico austríaco-británico Ludwig Wittgenstein dijo: “los límites del lenguaje son los límites de mi mundo.” No podemos ampliar nuestro mundo si tenemos muy limitado conocimiento y dominio de la lengua que hablamos para poder expresar nuestro pensamiento, sentimientos y nuestro entorno.
No podemos negar que la lengua española sigue evolucionando. Cuando América fue conquistada y colonizada por los europeos españoles, el idioma se fue mezclando con las lenguas nativas de los grupos del continente (fue el caso del náhuatl, náhuat pipil, kak´chiquel, quiche, kek´chi, tzutuhil, xinca, quechua, mapuche, entre otros) y que, al unirse a ellos, se crearon nuevos sonidos.
Así como el idioma, el alfabeto latino o español ha sufrido variaciones durante su historia. Cambiándose grafemas que tuvieran sonidos parecidos para traducir o transcribir una palabra del idioma del país conquistado, hasta establecerse el alfabeto en el siglo XIX y, posteriormente, en 1994 se hizo oficial el alfabeto que se conoce.
En este momento histórico que vivimos, la lengua española sigue evolucionando. Adoptamos nuevas palabras para irnos comunicando. Pero no podemos dejar de lado las reglas gramaticales.
Cada lengua tiene sus reglas, y si queremos comunicarnos en esa lengua, debemos saber aplicarlas. No tienen nada que ver si son de élite o no, como menciona el periodista Arturo Pérez-Reverte en su artículo “Ahora le toca a la lengua española”, sino, como él mismo lo expresa – resumiendo su pensamiento – no tiene nada que ver si es de “gente culta” sino que es cuestión de saber expresarnos teniendo un dominio de la lengua que se habla.
La visión del historiador Rafael Lapessa
«La historia es un devenir de entendimientos y discordias, de comunicación y de malentendidos, entre propios y extraños, con consecuencias muy diversas en todos los ámbitos de la vida social.» Francisco Moreno Fernández
Así pues, a groso modo, hemos hecho mención de la trayectoria del español. Muchos historiadores aseguran que es una lengua que oscila entre diez y doce siglos de antigüedad en la forma tal como lo conocemos, sumado a las conquistas bárbaras previas y de ocupaciones de otros grupos étnicos provenientes del oriente medio, hace más o menos 3 mil años más.
Cabe destacar que hay numerosos estudios sobre el origen y evolución de la lengua que es una de las más habladas a nivel mundial. Siendo miles de millones de hispanohablantes quienes la utilizan.
El historiador Rafael Lapesa, menciona en su libro “Historia del idioma español” la fusión de las familias lingüísticas desde aproximadamente el siglo XIII A. C. con el asentamiento de los Tartesios, los etruscos, luego la llegada de los Celtas en las costas de la baja Andalucía, su adhesión a los iberos, griegos y fenicios, que terminó por último, con la conquista romana con el arribo de los Escipiones, que llegaron a defender sus fuertes de la conquista de los cartagineses, quienes se alojaron un buen tiempo en lo que se conoció como Cartago Nova.
Predominó el uso del latín vulgar de los soldados que custodiaban las fortalezas. La incorporación del alfabeto griego y fenicio y luego el latino, el hallazgo de escritura celta e ibérica dentro de las inscripciones de los diferentes pueblos.
Tomando en cuenta que Roma conquistó Hispania, como ellos la llamaron, luego de la caída del ejército púnico hacia el año 216 A.C., que empezó la guerra púnica y su caída de la Península hacia el año 206 A.C., el latín proliferó luego que se cristianizó, pues se afianzó más el poder romano dentro del territorio.
El latín se caracterizó por tener dos vertientes: la literaria que se iba refinando cada vez más con escritores como Tácito o de César, y la forma vulgar que hablaba el resto del pueblo que dio forma y origen a lo que hoy conocemos como lenguas romances, siendo el castellano una de esas. El latín, tanto literario como el vulgar, marcó severas diferencias que sería muy largo de comentar ahora.
Cabe destacar que el latín vulgar fue perdiendo las formas sintácticas, gramaticales y morfológicas del latín clásico y el literario que utilizó Virgilio, para citar un ejemplo.
Luego de la caída de Roma en el siglo IV, y la invasión de “pueblos bárbaros”, feroces germánicos liderados por el general Visigodo Alarico, dieron un giro profundo en las lenguas romances. Previo a la caída, Roma y los pueblos germanos tenían relaciones comerciales donde, para entenderse, cada una de las partes tuvo que adoptar vocablos provenientes uno del otro para comunicarse.
Alrededor de principios del siglo VIII, la península Ibérica tuvo otra invasión, el asentamiento del pueblo musulmán que derrotó al rey Visigodo don Rodrigo. La invasión tuvo un período de quince años de batallas constantes hasta que el grupo se asentó, formándose así lo que conocemos como Andalucía, hasta el siglo XI que empieza a decaer y entra la batalla entre moros y cristianos relatada en el poema épico de “El Cid Campeador”, la gesta heroica de don Rodrigo Ruy Rivas de Vivar.
El español como lo conocemos, ha sufrido diversos cambios. El latín usado por la España cristiana tiene muchas connotaciones de los pueblos antiguos y aquellos que llegaron a dominarlos. Y el cristianismo afianzó el uso del castellano en sus abadías, conventos y seminarios.
El castellano fue tomando forma conforme se va avanzando en el tiempo. Existen muchos vocablos, por lo que los escritores y personajes que cultivaron el español en sus obras fueron desarrollando diferentes destrezas para comunicarse, hasta el español que hablamos en nuestros días; existen palabras del español arcaico antiguo que ya no se utilizan y empiezan a cambiar los sonidos y las formas.
En la siguiente entrega, continuaremos viendo los detalles más importantes que trae nuestra lengua para comprender cada vez más, de donde proviene lo que nosotros los latinoamericanos llamamos “nuestra lengua madre”, así como la morfología, vocablos y sintaxis de los diferentes grupos que coexistieron o dominaron en la Península Ibérica.
Fuente:
https://www.csub.edu/ModLang/department/Spanish/LINGUISTICS/TEMA%207.1%20MA.pdf
https://www.ecured.cu/Alfabeto_espa%C3%B1ol#:~:text=El%20alfabeto%20espa%C3%B1ol%20qued%C3%B3%20fijado,x%20Y%20y%20Z%20z.
https://www.cursosprofesoresespanol.com/blog/355/los-limites-del-lenguaje-con-los-limites-de-mi-mundo-reflexiones-de-profesores-de-espanol.html
https://www.historiando.org/historia-del-alfabeto/
Colaboración de Claudia Figueroa Oberlín: Escritora nacida en El Salvador, hija de padres guatemaltecos. Licenciada en Ciencias de la Educación por la Universidad Francisco Gavidia. Es columnista y periodista cultural, artista polifacética y autora de obras como «Despertares», «Tras las huellas del amanecer» y «La isla sagrada», entre otros.