Una de las personas que integró el Consejo de Estado de 1982 fue Francisco Bianchi quien fue un consejero con mucha influencia religiosa en esa época ejercida desde el Ministerio Verbo. A esta agrupación también pertenecía el general Efraín Ríos Montt, que fue candidato a la presidencia.
El Consejo también contó con Alfred Kaltschmitt, una figura actual cuya influencia se manifiesta por la Universidad Panamericana (UPANA) desde donde lidera proyectos educativos. A Kaltschmitt se suma Harris Whitbeck, fallecido en 2019. Fue candidato a la vicepresidencia en 1995 acompañando a Teresa Ríos de Sosa, esposa de Ríos Montt. Durante la gestión del expresidente Alfonso Portillo fue Secretario de Coordinación Ejecutiva de la Presidencia. Igualmente fueron consejeros los empresarios Ramiro Castillo Love y Rafael Viejo Rodríguez, ambos muy reconocidos e influyentes representantes del empresariado.
También lo fue José Herbert Fischer Saravia, quien asumió la presidencia de la Cámara de Industria tras el asesinato en 1980, del empresario Alberto Habie Mishaan. Fischer fue presidente de Fischer y Compañía, de Multi Banco, del Hotel Dorado y de Budget. Según recuerdo, falleció en el año 2017 a los 90 años de edad. Su herencia de participación la tiene la abogada Karen Fisher, activista influyente de Jorge Carpio Nicolle, líder del centrismo, asesinado en 1993.
Esta abogada se caracteriza por su pública y feroz oposición a la candidatura presidencial de Jorge Serrano Elías. En la actualidad, es aliada de grupos de derecha con posturas fuertes contra la intervención, como lo llaman ellos. Trabaja activamente con una candidata y representa legalmente a personajes que están siendo juzgados por supuestos delitos de aquel entonces.
Posiblemente, la mención más importante sea la de Serrano Elías, quien presidió aquel Consejo y formó parte de la Asamblea de la Sociedad Civil, instancia que estuvo a cargo de redactar, por consenso, los puntos de agenda que se presentarían en la mesa de negociaciones durante el proceso de las pláticas de paz. Posteriormente se convirtió en presidente de Guatemala (1991-1993) y el papel que jugó siendo Presidente fue grave para el pais. Exiliado en Panamá desde hace 20 años mantiene incidencia en el desarrollo político del país por medio de sus declaraciones, de sus libros y, de sus acusaciones y señalamientos.
Conforme el tiempo, iré mencionando a otros personajes que formaron parte del Consejo de Estado para que se conozca qué papel jugaron, cuál es su legado y, qué tanta injerencia y peso mantienen en el escenario nacional. Hoy resalto dos temas: el primero referente a los liderazgos que desde 1982 no han cambiado radicalmente y la influencia que ostentan; y el segundo, la herencia ideológica que, a pesar del tiempo, continúa repercutiendo.
Eso hace necesario analizar de dónde vienen estos actores y conocer su forma de pensar; entender por qué mantienen influencia, sean las figuras de antaño o bien sus descendientes que, en muchos casos, su accionar difiere del pensar de sus progenitores y no honran su lucha por aportar.
¿De dónde venimos los que hacemos política? Vale meditar en lo que hemos hecho bien, en lo que hemos hecho mal y en lo que hemos dejado de hacer y que deriva en que la gente joven no se interese por la política.
En Guatemala los jóvenes que han participado en política y alcanzaron un espacio se convirtieron, en su mayoría, en un pésimo ejemplo de lo que es ser un funcionario público. Mientras que los que llegaron con buen propósito, se enfrentaron a un sistema que no los deja actuar o proponer. ¿Qué hacer para que la juventud con amor a la patria y con ganas de salvar a Guatemala participe? ¿Qué hacer para que esa juventud por lo menos se entere de lo que está sucediendo y haga algo? La mayoría, no tiene interés en informarse, no emprende críticas y, menos aún, se atreve a participar. CONTINUARÁ