Históricamente la pesca ha sido una fuente de alimentación para muchos pueblos, pero desgraciadamente en el mundo moderno, se ha dado una sobreexplotación de los océanos y aguas dulces, sin regulaciones drásticas en muchos países, entre estos países sin lugar a dudas estamos nosotros, en donde a la pesca como una actividad deportiva, comercial, artesanal o deportiva no se le pone ninguna importancia y no hay legislación que la proteja fuertemente, aunque existe un órgano estatal (Digepesca) que vela por ella, no tiene el poder suficiente para ordenar un sector que necesita ordenarse, ya que la protección del Estado para una actividad tan importante debe de alcanzar a todos los que se dedican a cualesquiera de las actividades de pesca.
En Guatemala, tanto la pesca como la acuicultura, han sido consideradas actividades marginales y sin importancia por los gobiernos de turno, y de igual manera Digepesca que es una Dirección del Ministerio de Ganadería y Agricultura, MAGA, tampoco cumple con sus fines, sin entender que mas de 80,000 personas viven de ambas actividades en los 2 litorales del país, y que estos a su vez generan otros cientos de empleos indirectos y que, de igual manera, contribuyen a la alimentación de la población y a la economía del país.
A nivel nacional se estiman alrededor de 65 mil familias en el sector pesquero que viven directamente de la pesca y que, por la ausencia de políticas, programas y proyectos de fomento a la pesca artesanal, no se pueden desarrollar y día a día ven reducidos el volumen de sus capturas en las aguas marítimas continentales; por otro lado está la acuicultura, en la participan aproximadamente 15 mil familias en el cultivo de organismos en cuerpos de agua interiores (estanques, lagunas) es una actividad productiva que ha crecido por iniciativa propia de los pobladores de las comunidades en el interior del país, con escasa o nula participación de las autoridades competentes en apoyo a esta actividad, pero no se puede olvidar que esta actividad aparte de generar empleos, produce alimento a la población e ingresos económicos.
Con la participación del Estado y una gestión apropiada en el tema de pesca, se podría fomentar el desarrollo, el crecimiento nacional y sostenido con un enfoque al ecosistema y con el debido respeto al medio ambiente de las actividades pesqueras y acuícolas para contribuir a la generación de mas empleos en el país, la producción de alimentos y la aportación de ingresos económicos a muchísimas familias.
En la actualidad, en el Congreso de la República, en la Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca, hay una iniciativa de ley que pretende reformar la actual ley de pesca y acuicultura en donde es importante que en la indicada comisión se contraten a expertos de la materia para que efectivamente pueda ponerse en marcha una ley de pesca y acuicultura que no solo beneficie a la pesca comercial sino, de igual manera a la pesca artesanal y, sobre todo, cuidando de que se cumplan con todos los requisitos y exigencias de una ley para la conservación del ecosistema protegiendo a las especies y cumpliendo con las vedas establecidas en la ley, así mismo, cumplir con todos los convenios y tratados internacionales firmados por Guatemala en materia de pesca.
Por último, es importante que, ante la indiferencia, producto de la debilidad de DIGEPESCA, que forma parte de la estructura orgánica del MAGA, es necesaria una reforma a esta dirección que permita tener mayores controles sobre la pesca comercial, artesanal y deportiva, dotándola de los recursos necesarios y del elemento humano suficiente para que puedan mantener controles y supervisión a nivel nacional y que en su dirección sea nombrada una persona especializada en el tema.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.
