Como todos los fines de año y para recibir un nuevo año, los seres humanos deseamos cambios para nuestra propia vida y para la de nuestros familiares más cercanos, para lograr esos cambios somos nosotros mismos quienes tenemos que tener la actitud para cambiar y conseguirlo, algo que, en muchos de los casos, resulta más difícil de lo que nosotros mismos pudimos imaginar y desear, porque los cambios no se dan sólo con desearlos, para lograrlos tenemos que hacer esfuerzos extra, tener perseverancia, concretizar lo que queremos y definir una estrategia, y así, de repente, de los cinco u ocho deseos que nos hemos propuesto, por lo menos realizamos uno.
Ahora detengámonos a pensar un momento en lo que desearíamos para nuestro país en el 2023, en el año que está por terminar, el 2022, creo que el mayor deseo de toda la población fue poder regresar a la normalidad de nuestras actividades, lo que se cumplió ya que la pandemia del Covid 19 ocasionó graves daños tanto en lo social como en lo económico, desgraciadamente, a eso le tenemos que sumar la guerra de Rusia y Ucrania, guerra que sigue ocasionado graves problemas económicos debido al encarecimiento del petróleo y de los derivados de este, así como la escasez de granos y una fluctuación en las principales bolsas de valores del mundo entero, generando fluctuaciones en los precios de los productos que se comercian en estas.
Para este año que inicia, 2023, los guatemaltecos esperamos que los funcionarios de gobierno hagan un buen uso de los recursos y los inviertan en los proyectos necesarios para aliviar la problemática social y económica de una mayoría de la población; estamos a las puertas de una crisis económica, en la que todos debemos estar conscientes y tomar medidas de austeridad para poder sobrepasar esta crisis que ya tenemos encima, y la situación se agrava con algo tan perverso como lo es la corrupción que se encuentra enraizada en nuestra sociedad y que tanto daño provoca, la corrupción es mortal para los pueblos, ningún país puede salir adelante si sus recursos son robados por funcionarios inescrupulosos y, en el ámbito social, hay una inercia colectiva para mantener el caos, el que se manifiesta de diversas formas, en un desorden generalizado, irrespeto a la ley, ingobernabilidad y bloqueando la productividad, situación que solo puede modificarse con cambios de fondo en el que se beneficie a todos.
Estoy seguro que todos los guatemaltecos deseamos que el bienestar y la prosperidad lleguen a cada uno de nuestros hogares, que nuestro país se estabilice, lo que se puede alcanzar generando oportunidades para todos, realizando un esfuerzo para detener la confrontación que ha dividido a la sociedad, buscando puntos de convergencia en acuerdos políticos mínimos y concertar para hacer viable la convivencia en paz, con tranquilidad y seguridad y, para lograrlo, todos vamos a tener que ceder en algún momento pensando en el bienestar de las mayorías.
¡FELIZ AÑO 2023!
