- EL ARCO DEL SEXTO ESTADO: UN HITO INCONCLUSO EN LA HISTORIA DE QUETZALTENAGO
El Arco del Sexto Estado, ubicado en la entrada del departamento de Quetzaltenango, es un monumento que, aunque parcialmente terminado, representa un capítulo importante en la historia del suroccidente guatemalteco. Su construcción a fines del siglo XIX y el simbolismo detrás de él reflejan la aspiración de una región que buscaba definir su identidad en un contexto de cambios políticos y sociales.
**Antecedentes Históricos**
A principios del siglo XIX, los habitantes del suroccidente de Guatemala tenían la ambiciosa idea de formar un nuevo Estado dentro de la Federación de las Provincias Unidas del Centro de América. Este nuevo Estado, conocido como el Sexto Estado, se proponía incluir los departamentos de Quetzaltenango, Soconusco Mexicano (actual Chiapas, México), San Marcos, Sololá, Totonicapán, Quiché, Retalhuleu y Suchitepéquez. La creación del Sexto Estado fue oficialmente proclamada el 2 de febrero de 1838.
**Construcción y Diseño**
El arquitecto Alberto Porta fue encargado del diseño del monumento original, que buscaba conmemorar la valentía y la resistencia de los habitantes de la región. La primera piedra del Arco del Triunfo, como inicialmente se le conocía, fue colocada el 13 de septiembre de 1898 en la Ciénaga, lo que hoy es la zona 2 de Quetzaltenango. El diseño incluía un león de bronce, símbolo de fortaleza y determinación.
Sin embargo, la construcción del arco quedó inconclusa por más de 20 años, habiéndose levantado solo aproximadamente el 50% de la estructura planificada. A pesar de este retraso, el monumento sigue siendo un testimonio tangible del pasado histórico y cultural de la región.
**Importancia Cultural y Actualidad**
Aunque el Arco del Sexto Estado no se completó en su totalidad, ha perdurado como un importante símbolo de la identidad regional. En la actualidad, el arco es un recordatorio del pasado de Quetzaltenango y de los ambiciosos sueños de sus habitantes en el siglo XIX. A pesar de ser solo un vestigio de lo que se había proyectado, sigue siendo un punto de referencia significativo en el paisaje urbano de Quetzaltenango y un sitio de interés histórico para residentes y visitantes.
El Arco del Sexto Estado es, por tanto, más que un simple monumento; es un emblema de la aspiración y la historia de una región que buscaba definirse en un momento de cambio político y social.
