Xelajú Debuta con Victoria, Pero Genera Dudas en su Juego
La espera finalmente ha terminado, y la nueva temporada ha comenzado con el esperado encuentro entre Xelajú MC y Deportivo Marquense, conocido como el “Derby de Occidente.” Estos equipos no se enfrentaban en un partido oficial desde el 14 de febrero de 2018, y el regreso fue un encuentro lleno de acción, ofreciendo muchos aspectos para analizar.
Ambos equipos saltaron al campo con sus plantillas titulares. Xelajú alineó un 4-4-2, con Rai Villa y Pedro Báez liderando la delantera. En el medio campo, Jorge Aparicio, Maynor de León, Yilton Díaz, y Jorge Vargas se encargaron de controlar el juego. La defensa estuvo compuesta por Harold Cummings, Kevin Ruiz, Javier González, y José Longo, mientras que José Calderón defendió la portería.
Por su parte, Marquense regresó a la Liga Mayor después de seis años desde su descenso a la primera división. Con gran parte del plantel con el que logró ascender, sumaron al cubano Yasniel Matos a sus filas, además de contar con jugadores clave como Frank de León, Marco Tulio Rodas, y el experimentado portero Estuardo Sicán, junto al destacado Paolo Dantaz.
El partido comenzó de manera intensa, con ambos equipos jugando al límite, marcado por numerosas faltas y un contacto físico notable, probablemente alimentado por la rivalidad entre estos clubes. Marquense mostró un estilo de juego más asociativo, buscando mantener la posesión, pero sin llegar a concretar ocasiones claras. En contraste, Xelajú optó por pases largos y centros desde los costados, principalmente dirigidos a Pedro Báez, quien buscaba bajar el balón para que un compañero llegara desde la segunda línea.
El primer gol del encuentro llegó tras un centro lateral que Báez acomodó magníficamente para que Jorge Vargas anotara el 1-0 en el minuto 39’. A partir de este punto, Marquense comenzó a crecer en el partido, mostrando un juego más fluido y cómodo en el campo. A través de jugadas combinativas, lograron crear oportunidades que descolocaron a Xelajú en varias ocasiones. Sin embargo, en el minuto 56’, el árbitro Stib Morales señaló un penal a favor de Xelajú, que, honestamente, fue una decisión discutible ya que el contacto no ocurrió dentro del área. Aun así, Jorge Vargas convirtió con una excelente definición al ángulo superior derecho, colocando el marcador en 2-0.
A medida que el partido avanzaba, Marquense se sentía cada vez más en control, especialmente tras una serie de cambios en Xelajú. El ingreso de Carlos Santos, David Chuc, y el debut del canterano Claudio de Oliveira desorganizó al equipo, y esto fue evidente, ya que Marquense dominó durante un buen tramo del encuentro. Su esfuerzo se concretó cuando el brasileño Rincon Teixeira, debutante en Guatemala, anotó el 2-1 en el minuto 83’. Justo antes del final, el árbitro señaló otro penal a favor de Xelajú, este sí claro, y Jorge Aparicio lo convirtió para sellar el 3-1 definitivo, asegurando los primeros tres puntos de la temporada para Xelajú.
El estilo de juego de Xelajú recordó a los planteamientos del DT Amarini Villatoro de la temporada pasada, con un enfoque en balones largos, filtrados y centros. Sin embargo, para la calidad que tiene la plantilla, el desempeño no mostró todo el potencial del equipo. Xelajú se vio en aprietos durante buena parte del partido, superado tácticamente por el planteamiento del profesor Erick González en Marquense. Aunque Xelajú logró resolver el partido con relativa tranquilidad y, a pesar de ser dominado, no parecía en gran riesgo de perder. Sin embargo, la victoria no fue producto de un planteamiento táctico superior, sino gracias a una jugada puntual bien ensayada que permitió el primer gol, y a la calidad individual y experiencia de sus jugadores, que en última instancia, inclinaron la balanza a su favor.
No hay que encender las alarmas aún; es solo el primer partido de la temporada, y falta mucho por ver de las intenciones tácticas de Amarini Villatoro con esta renovada plantilla. Sin embargo, es evidente que hay aspectos a mejorar si el equipo quiere cumplir con las expectativas de su afición, que no es menos que ganar la séptima luna.
