Este miércoles por la mañana, el presidente electo Donald Trump mantuvo una conversación con la presidente de México, Claudia Scheinbaum, en la cual aseguró que han acordado frenar el flujo migratorio a través de la frontera estadounidense con su vecino del sur.
Entre las temáticas que tocaron ambos durante la charla también se prometió por parte de la sucesora de López Obrador que buscarían a través del estado mexicano, tomar acciones concretas contra el tráfico de drogas hacia los Estados Unidos, siendo esto un compromiso importante debido a los fuertes lazos de Schianbaum con los carteles locales.
Luego de finalizada la charla entre ambos, el republicano celebró las promesas efectuadas por la presidente mexicana afirmando que la invasión ilegal por parte de inmigrantes provenientes de México se detendría, generando un impacto positivo en cuanto a costos de vida y seguridad.
Alternativamente a la temática relacionada con la inmigración ilegal cuyos flujos durante los años de la administración de Joe Biden se incrementaron exponencialmente, se esperaba que existan conversaciones en relación con las esperadas medidas arancelarias a aplicarse por parte del gobierno entrante republicano frente a productos provenientes de México.
Mucho se especuló por parte de algunos sectores con una potencial guerra arancelaria entre Estados Unidos y México tras los anuncios de ambos países por imponer derechos de importación con alícuotas del 25% a productos entrantes a sus respectivos territorios.
Sin embargo, dicha temática no fue discutida en la conversación limitándose a aspectos de carácter migratorio y de seguridad buscando bajar la temperatura del hecho. A pesar de esto, el mensaje del presidente Trump ha sido muy claro cuando se refirió a la imposición de aranceles como una medida en respuesta del ingreso del narcotráfico a Estados Unidos.
Si bien la conversación mantenida con Scheinbaum ha obtenido gran notoriedad debido a las tensiones que se habían generado entre ambos, no fue el único caso de oficiales internacionales que debieron recurrir a la buena voluntad de Trump, ya que desde China y Canadá también mantuvieron charlas tras oír las medidas arancelarias.
En el caso de China, un portavoz de la embajada de Beijing en Estados Unidos se mantuvo en contacto con el presidente electo con el fin de ofrecer ayuda frente a casos de narcotráfico, mientras que el premier canadiense, Justin Trudeau, mantuvo una breve conversación telefónica en la cual ofreció colaborar en materias de seguridad fronteriza.
Dentro de un contexto turbulento, tanto México como China y Canadá debieron abstenerse de realizar grandes reclamos de frente a la asunción de un presidente que ostenta una gran poder de negociación.