El Principito de Antoine de Saint-Exupéry es uno de los libros más vendidos de todos los tiempos por su capacidad de tocar las fibras más profundas de todo tipo de lector a través de una historia que habla del esfuerzo y del sentido de la vida. Sus metáforas son hermosas. Una de ellas, la de la serpiente comiéndose un elefante, pudo haber tenido su origen durante una visita a Atitlán del famoso autor francés.
El Cerro de Oro se encuentra el la ribera sur del Lago de Atitlán, se puede observar en todo su esplendor cuando se viaja de Panajachel a Santiago Atitlán o a Santa Catarina Palopó. Es singular, porque si se observa con creatividad, efectivamente parece una serpiente que se ha comido un elefante.
En el libro esta imagen se refiere al uso que se le da a la creatividad para ver el mundo de diferente forma. Donde unos miran un simple sombrero, otros descubren posibilidades infinitas.
“Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente boa que digería un elefante. Dibujé entonces el interior de la serpiente boa, para que las personas mayores pudieran comprender. Siempre necesitan explicaciones”. – El Principito, Antoine de Saint-Exupéry
La imagen, tal como lo relata el guía turístico, Nicolas Sicay, pudo tener su origen en el famoso Cerro de Oro, pues la semejanza en inigualable, tomando en cuenta que el autor del libro tuvo un accidente en 1938 que lo obligó a recuperarse en el país. Vivió en Antigua Guatemala y de forma constante viajó a lago.
© José J. Guzmán
“Es uno de los atractivos turísticos que dejan impactados a los visitantes, pues al ver la semejanza entre la imagen del libro y el cerro, no les queda duda de que aquí nació aquella historia”, comenta Sicay.
El escritor argentino Jorge Carrol, también expuso que el Asteoride B612, el lugar de origen de el Principito, está inspirado en la ciudad colonial, hogar del autor durante su estadía.
Si viajas a Atitlán, no olvides apartar tiempo para observar esta belleza natural, que sin duda, te sorprenderá.
