Después de 12 años de campaña, en la mañana de este sábado, el recinto legislativo de San Lázaro en la ciudad de México fue testigo, del cambio de mando en el poder ejecutivo de dicho país.
Andrés Manuel López Obrador, de 65 años, originario del estado mexicano de Tabasco; se ha convertido en el presidente 68 en la historia del vecino país, con el pendón de “la cuarta transformación”, logró casi 30 millones de votos en las elecciones celebradas en julio pasado.
Los gestos han marcado este 1 de diciembre histórico para México, pues la residencia oficial de “Los Pinos”, lugar de habitación de los presidentes mexicanos desde hace 80 años, pasó a formar parte hoy de un conjunto de centros culturales. Desapareció el Estado Mayor, y AMLO no ha querido abordar una camioneta de lujo para llegar a San Lázaro.
Enrique Peña Nieto, quien gobernó México desde 2012, ha vivido una jornada tensa, de contraste a la de AMLO, pues desde su llegada al Palacio Legislativo, fue objeto de abucheos, reclamos y gritos donde la palabra denominadora fue “asesino”.
López Obrador ha sido seguido de cerca por las personas, quienes salieron a las calles de la Ciudad de México para vitorearle y darle acompañamiento.
Después de recibir la banda presidencial, símbolo de la autoridad del ejecutivo, brindó un discurso, un mensaje a la nación mexicana. En donde se pudo contemplar en tres momentos los pensamientos y las líneas de trabajo del nuevo gobierno.
La primera parte, fue un mensaje duro, de marcada esencia y contenido ideológico. Atacando con estadísticas al neoliberalismo, al que culpó de ser el demonio provocador de la corrupción y la impunidad en México.
No señaló a un solo ex presidente, señaló a todo el sistema de los últimos 30 años, a los que acuso de caer en las trampas del neoliberalismo y provocar la pobreza y la desigualdad en las distintas clases sociales del hermano país.
Después de anunciar la creación de una comisión para esclarecer la verdad, sobre los estudiantes desaparecidos. Pasó a declarar los lineamientos de su gobierno, la abolición de las reformas realizadas en el sexenio de Peña Nieto y anunciar la creación de una zona libre, de 25 kilómetros a lo largo de la frontera con Estados Unidos.
En dicha zona se plantea la modificación de impuestos y la centralización de recursos y actividades para volverla en una barrera que evite la migración, por medio de la creación de trabajo y seguridad económica.
Saludó a los mandatarios presentes en el Salón de Sesiones de San Lázaro. El momento tenso fue al saludar al ausente Nicolás Maduro, presidente dictatorial de Venezuela. Pues varios diputados alzaron una manta de rechazo en contra del dictador venezolano.
Al finalizar el discurso, se entonó el himno nacional de México y el acto fue concluido. Así inicia el sexenio de AMLO al frente de una nación, golpeada por la corrupción, la violencia, el narcotráfico y la migración.
