El 20 de enero de cada año se celebra la fiesta en el santoral católico de San Sebastián Mártir. Devoción popular muy arraigada en Guatemala, gracias al impulso de los conquistadores. Siendo uno de los santos patrones de varios municipios alrededor del país.
Quetzaltenango no es la excepción, quizás ya no se celebre la fiesta con tanta pompa, pero durante muchos años, la fiesta de San Sebastián, fue de bastante significado y arraigo en la ciudad altense.
El cantón San Sebastián se encontraba ubicado en las inmediaciones del hoy parque a Bolívar. El cantón mencionado es uno de los barrios fundacionales de la ciudad de Quetzaltenango y que, durante mucho tiempo, tuvo como centro de vida religiosa y cultural una ermita.
Según el historiador quetzalteco, Francisco Cajas Ovando, el barrio fue fundado el 20 de enero de 1525, aunque no se encuentran documentos sobre el mencionado acontecimiento. Es importante señalar que el cantón de San Sebastián ya es mencionado en distintas crónicas descriptivas de la ciudad desde años iniciales de la colonia en Quetzaltenango.
El barrio de San Sebastián se encuentra constituido como uno de los fundacionales de la ciudad junto a los barrios de San Nicolás, San Antonio, San Bartolomé (llamado cantón Calvario hasta finales de siglo XIX), y el cantón del Centro o Espíritu Santo.
Cada uno de los cantones tenía una ermita al centro de los mismos, de donde partía una calle real que llegaba al centro de la ciudad. De las que sobreviven hoy en día aún la calle real de San Sebastián, actual 6 calle de la zona 1 en dirección al parque Bolívar; la calle real de San Nicolás, actual 12 avenida de la zona 1.
Uno de los elementos particulares del barrio San Sebastián y de la calle real del mismo nombre, es el famoso puente de piedra. El mismo tiene registro de existencia desde 1872, cuando los vecinos solicitaron la construcción del puente para proteger a los vecinos de la correntada de agua que inundaba las calles en la época lluviosa.
La historia de la ciudad de Quetzaltenango ha demostrado cambios en su urbanidad, además de ser el reflejo de la voluntad aguerrida de un pueblo que en contra de cualquier adversidad se ha logrado levantar las veces que han sido necesarias.
El 18 de abril de 1902 significó el fin de los cantones fundacionales altenses en muchos aspectos, el primero de ellos, la negativa de las autoridades liberales de aquella época que negaron la reconstrucción de las ermitas destruidas por el movimiento telúrico.
Desaparecieron las ermitas de San Sebastián, San Nicolás, San Bartolomé, San Antonio y la destrucción parcial de la Catedral Altense. La iglesia de San Nicolás vivió un éxodo de casi 15 años para encontrar un nuevo lugar. San Antonio se reconstruyo con un pequeño oratorio.
La Catedral inició su reconstrucción, misma que llevaría décadas. La ermita de San Bartolomé fue reconstruida por los franciscanos por el bello templo de ladrillo rojo de hoy en día. San Sebastián no contó con la misma suerte, ya que en su lugar se levantó un parque al que bautizaron en honor a Simón Bolívar. Sepultando un legado y silenciando la devoción de un pueblo.
Las imágenes de la ermita de San Sebastián fueron trasladadas a la Catedral Altense, cada 20 de enero es expuesto en el altar mayor de Catedral la imagen de San Sebastián. En la actualidad existe un grupo de vecinos que tratan de rescatar la historia del barrio de San Sebastián, trabajando actividades culturales y rememorando un barrio que se perdió en la historia de Quetzaltenango.