El Concejo Municipal de Quetzaltenango avaló en su último año de gestión la reparación de 28 calles con un costo de Q22 millones 475 mil 10, pero nunca se percataron que la empresa que contrataron (H3) sería un fiasco.
¿De quién es la culpa?, del Concejo por desarrollar, en menos de un año, un proyecto que era factible hacer en cuatro y contratar a una empresa con experiencia y responsabilidad, o de la constructura que aún sabiendo que no tenía la capacidad de ejecutar una obra de esa dimensión ofertó.
El Concejo y la Junta de Licitación (integrada por empleados municipales) avalaron adjudicarle a la empresa H3 el proyecto: “Conservación de calles y avenidas de la ciudad de Quetzaltenango”, el cual aparece en el portal de Guatecompras con el número 9507299.
De las 28 calles, la empresa no ha tenido la capacidad de finalizar el recapeo en la Rodolfo Robles y colonia Molina, incluso sus representantes se han comprometido a reiniciar los trabajos, pero siempre incumplen. Esta situación causó que el martes vecinos de la Molina bloquearan el paso.
Le exigimos a la empresa H3, que si está consciente que no tiene la capacidad de finalizar el proyecto, use las vías legales y finalice el contrato con la Municipalidad de Quetzaltenango, aunque entendemos que eso afectaría sus intereses económicos o de otra índole.
La empresa y la Muni de Xela deben darle la cara y responderle a los quetzaltecos, quienes al final con sus impuestos han pagado esos Q22 millones. Acá los negocios que hayan de por medio o en el peor de los casos coimas para la adjudicación del proyecto, deben quedar de lado y finalizar la obra.
Este es un llamado para el próximo alcalde, Juan Fernando López, para que desde el primer día de gestión cumpla con el plan de trabajo, si es que lo tiene, para no dejar todo a “última hora”.
Al paso que vamos, es probable que López inaugure los proyectos que dejaría la corporación municipal que dirige Luis Grijalva, que según ha trascendido, busca ejecturar en estos seis meses Q200 millones en proyecto.