Pocas épocas en la historia europea generan tanto morbo e interés como la que antecedió al estallido de la Revolución Francesa. Ver el colapso de una nación y los excesos de sus reyes es algo fascinante y que despierta los sentidos ante la naturaleza del poder, las necesidades de un pueblo y el nacimiento de la nueva democracia. Dicha fascinación se transmite en creaciones. La literatura de muchos países ha transmitido este tiempo muchas veces. Latinoamérica no se queda atrás. Y ha elegido el escritor perfecto para ello.
Patricio Sturlese ha desarrollado toda su obra navegando por la historia. Es un autor que siempre busca darle un plus a lo que se sabe, encerrando secretos que cazan de buena manera con los acontecimientos reales. Su obra es una mezcla de cosas que podemos encontrar en cualquier ciudad europea con elementos que van desde el misterio, el terror y la aventura. Es un popurrí de experiencias muy valiosas.
Entonces, ¿cómo es la entrada de Sturlese en la época más importante para los gobiernos modernos? Es excelente. El jardín de los ciervos cumple con todo lo que se espera de este autor. La historia mezcla su fina dosis de intriga y giros inesperados, mezclado en esta ocasión con un toque a lo Alejandro Dumas que me parece bastante hermoso considerado mi especial preferencia por el autor francés. Se nota que Patricio ha tomado los elementos más famosos de la obra de Dumas y los ha aderezado con su venia especial, creando un pastiche que resulta bien logrado. Resulta una lectura fresca pero al mismo tiempo familiar para los que hemos seguido durante mucho tiempo la obra del escritor argentino.
Está claro para los lectores comunes de Sturlese que una de sus temáticas más especiales es su tratamiento a la religión. En esta ocasión este elemento se repite, pero también se mezcla con la literatura y con la visión clásica del infierno. Sin revelar mucho de la trama les puedo decir que la historia gira al alrededor a un ejemplar especial de la Divina Comedia; por lo que los elementos de la obra magna de Dante se entrelazan de manera muy interesante en la novela.
Si le buscamos elementos negativos, creo que el principal es que quizás el ritmo no fluye tanto en la primera mitad, limitándose más a darnos una idea de la atmósfera en que se desarrolla la historia. La primera parte se desarrolla casi enteramente en un castillo, por lo que el ambiente cerrado puede que no de para expandir mucho o crear emoción para algunos. No obstante, creo que la intriga y la excelente ambientación que consigue lograr el autor compensan por mucho este posible negativo.
Obviamente, la segunda parte cambia y mucho. El final es bastante emocionante. Clásico, sí, pero muy acorde a los elementos dumescos que trata de introducir el autor. Aunque creo esto no será un problema para quienes nos gustan las historias clásicas.
En fin, Patricio Sturlese vuelve con una novela digna de obra anterior. Siete años pasaron para llegar a esto y creo que la espera valió la pena. Tan solo esperemos que la próxima vez no se tarde tanto. El jardín de los ciervos es una montaña rusa de emociones que no querrás que se termine.