El 8 de octubre se publica a nivel mundial “Tiempos Recios”, la nueva novela del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Cuya trama se centrará en los acontecimientos del primer semestre de 1954, mismos que detonaron la caída de Jacobo Árbenz del poder.
Pero ¿Qué se puede esperar de un escritor liberal retratando a una figura tan importante para la izquierda guatemalteca? El mito de Árbenz es abrazado en su gran mayoría por las instituciones y personas que comulgan con la ideología de izquierda, mientras que la derecha trata de opacar y de ser posible, de ocultar el gobierno de Árbenz.
La historia de Guatemala ha sido siempre, silenciada y mutilada, siendo contada la mayoría de las veces, por aquellas personas que han detentado el poder, ocultando figuras claves en nuestro hilo histórico. Los héroes se vuelven mitos a los que se desprestigia, de los cuales se hace burla. Por lo tanto, Árbenz y Arévalo se levantan como figuras titánicas que sostienen el cielo de sueños rotos que es nuestra Guatemala.
El golpe de Estado de 1954, es un momento importante y catalizador para toda Latinoamérica, ha sido estudiado de mil formas distintas la forma en que Jacobo Árbenz renuncia, poniendo en primer lugar a Guatemala, la unidad de Guatemala y las victorias de la revolución de octubre.
Ahora ha sido necesario que un Premio Nobel escriba sobre ese momento, para volver a prestar atención a un acontecimiento que marcó la historia de Guatemala y que desvió para bien y para mal, los acontecimientos que siguieron a aquel 27 de junio de 1954.
Si se hace un análisis a conciencia de la obra vargasllosiana, se esperaría que la próxima novela fuese una obra cumbre dentro de la narrativa hispanoamericana. Nadie puede discutir la maestría y la técnica utilizada por el Nobel, en su obra “Conversación en la Catedral”, la narrativa y la estructura de una novela titánica como es “La Guerra del fin del mundo”.
Sin embargo, su obra cumbre respecto a las dictaduras, ha sido “La fiesta del chivo”. Novela que retrata a la dictadura de Rafael Trujillo y su asesinato en República Dominicana. Dicha historia, por su lenguaje, su riqueza de imágenes y ante, el uso magistral de utilizar un hecho histórico y convertirlo en ficción, logró que la novela se encuentre en una posición privilegiada dentro de la narrativa latinoamericana.
Comparando “La fiesta del chivo” con todo el conjunto de la obra vargasllosiana, nos encontramos con una novela que reúne a un escritor consagrado y que ya hace un uso extraordinario de sus recursos literarios, las novelas antes de “La fiesta del chivo”, nos muestran el camino a la construcción de un escritor y sus temas. Las novelas posteriores, fueron bajando en calidad, siendo la más paupérrima, la novela “Cinco esquinas”.
La historia de la llamada “Contrarrevolución de 1954”, tiene ingredientes de temas que han sido estudiados y trabajados por Vargas Llosa a lo largo de su vida. Las luchas internas de los personajes contra sus demonios, sus miedos, el fracaso del hombre al enfrentarse a sí mismo. La dictadura y la rebelión para alcanzar la libertad.
“Tiempos Recios” viene a narrar la historia no de Arbenz, seguramente narrará la historia de tres personajes centrales que tuvieron mucho que ver en aquel momento, Carlos Castillo Armas quien representará la dictadura, por cortar los sueños de un colectivo de gente, por tomar el poder a la fuerza y por ser un mal necesario dentro del discurso político conservador de Guatemala. Monseñor Mariano Rosell, quien representará el poder de la iglesia, arzobispo de Santiago que se involucró en una “Cruzada Católica contra el Comunismo”, al más puro estilo de Hidalgo en México, tomando al Cristo Negro de Esquipulas como estandarte.
Jacobo Árbenz, analizado fríamente, es el personaje más vargasllosiano de toda la historia de Guatemala. Es la humanidad que se enfrenta al sistema, pero en ese enfrentamiento, tiene una guerra constante contra sus propios demonios, es imposible llegar a pensar en los sentimientos y razonamientos de aquellos días en la mente del quetzalteco. Pero por defender sus ideales y amar a Guatemala y su gente, buscando evitar un derramamiento de sangre (que seis años después nos pondría de rodillas durante tres décadas), renuncia, es derrotado por sus demonios y luego, no hay redención, es aniquilado por el sistema.
La novela nos presentará una visión de estos acontecimientos, además será la primera vez después de Asturias, en la cual un Premio Nobel, le dedique sus letras a nuestra Guatemala.
A falta de un mes y días. En su momento sabremos si la obra de Vargas Llosa tiene un aporte nuevo para la literatura, mientras tanto, “Tiempos Recios”, es promovida como el regreso de Vargas Llosa a la calidad que tuvo en “La fiesta del chivo”.
Una de las preguntas que tiene que rondar en la mente de todo quetzalteco y guatemalteco es ¿Realmente es Jacobo Árbenz un héroe para Guatemala? A primera vista la respuesta es sí, pero analizando a fondo, nuestro presidente más joven (38 años al momento de asumir), es un reflejo más de Quetzaltenango, romántica, rebelde y enamorada de sus decepciones y fracasos, pero que mitifica eternamente sus glorias.
