Parece una película de ciencia ficción, pero no, sucedió a tan solo cuatro horas de la ciudad de Quetzaltenango.
Más allá de las entrevistas y los informes oficiales, las imágenes nos muestran una la realidad de la tragedia difícil de creer, como está en la que que socorristas se salvan de vivir, mientras al fondo, guatemaltecos quedan bajo las cenizas.
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