Connect with us

Escribe tu consulta

QUETZALTENANGO
Diario de Los Altos

Tacita de Plata

«Las fantomimas» de Miguel Ángel Asturias

En materia de literatura, las vanguardias como el surrealismo tomaron auge en Europa durante la primera mitad del siglo XX. Grandes referentes literarios latinoamericanos migraban a París para enriquecerse de la meca cultural que, por aquella época, se gestaba ahí. Conocidos son los casos de los guatemaltecos Enrique Gómez Carrillo y Luis Cardoza y Aragón que obtuvieron influencia de alguna manera en aquellos viajes al viejo continente. El caso de Miguel Ángel Asturias fue similar. Siempre más narrador que poeta o dramaturgo, el Nobel presenta textos que le consagran en la literatura universal como la ‘Trilogía bananera’ y El señor presidente, sin embargo, su influencia surrealista sale a flor en Las fantomimas, unas curiosas piezas teatrales que abordaremos en esta nota.

Asturias nació en la Ciudad de Guatemala el 19 de octubre de 1899. Poeta, narrador, dramaturgo, periodista y diplomático guatemalteco, es considerado uno de los protagonistas de la literatura hispanoamericana del siglo XX. Precursor de la renovación de las técnicas narrativas y del realismo mágico que se cristalizaría en el posterior «Boom» de la literatura hispanoamericana de los años 60. Se graduó de abogado en la Universidad de San Carlos, donde participó en la lucha contra la dictadura de Estrada Cabrera, hasta que fuera derrocado en 1920. Dos años después fundó y dirigió la Universidad Popular.

Partió después a Europa, donde vivió intensamente los movimientos y sucesos que la transformaban. Estudió lingüística y antropología maya en La Sorbona con el americanista Georges Raynaud; de esa época es su traducción del Popol Vuh, junto con José María Hurtado de Mendoza. Regresó a Guatemala en 1933, donde ejerció la docencia universitaria, fundó el Diario del Aire, primer radio periódico del país, y vivió una agitado entre lo cultural y lo académico. En el período revolucionario de 1944 a 1954 se desempeñó en numerosos cargos diplomáticos. En 1966 recibió el Premio Lenin de la Paz y en 1967 el Premio Nobel de Literatura. Murió en Madrid el 9 de junio de 1974, pero sus restos reposan en el cementerio de Pere Lachaise, en París, Francia.

Las fantomimas son textos recopilados en Sien de alondra, una obra usualmente catalogada en el marco de la lírica asturiana. En ellas vemos a un Asturias empleando juegos fonéticos propios de su estilo. El carácter infantil que tienen se debe a que los textos parecen pensados inicialmente para la recreación y el entretenimiento de sus hijos: Rodrigo y Miguel Ángel. No obstante, se nota una constante influencia de los personajes títeres, los cuales resultan propios del entorno francés y con evidente influencia surrealista para generar ambientes inocentes o escenas pintorescas al compás de su extraña forma de acotar las acciones del texto.

La peculiar manera de abordar los diálogos con versificaciones y ritmos fonéticos, son comparables a sus conocidas jitanjáforas, las cuales se hallan también dentro de su obra de género narrativo. Asimismo, es importante saber que a estas fantomimas asturianas son cuatro y sus nombres son: “Rayito de Estrella”, “Émulo Lipolidón”, “Alclasán” y “El rey de la altanería”.

El teatro-verso de Asturias no pareciera tener una relevancia significativa en relación a su enorme volumen de obras narrativas, pero resulta que su estilo lírico no está del todo definido, porque se mezclan imágenes imposibles de representar (como es el caso de los doscientos hombres que pide para un acompañamiento sin mayor intervención de diálogo). En estos casos se aprecia un Miguel Ángel Asturias plenamente lúdico para la composición teatral, carente de sentido en muchos de sus diálogos y requerimientos gesticulares, pero con un particular apego a las jitanjáforas para enfatizar sus construcciones fonéticas sobre el contenido real.

Estas fantomimas resultan ser, entonces, una divertida creación que no podemos tomarnos de manera literal, solamente una constante reproducción de goce lírico y grandilocuente en el imaginario de su autor. El teatro de Asturias en su mayoría toma este tono de sobrenaturalidad y planos lúdicos que merecen atención distinta de su obra novelística, este es un Asturias para divertirnos.

Escritor, editor, periodista, gestor cultural, investigador archivista, profesor de lenguaje, comunicador y tallerista. Nació en Ciudad de Guatemala en 1992. En 2011 creó su blog "Tulipanes de plástico", donde expone poemas, ensayos y cuentos de su autoría. Formó parte de las antologías «Frente al silencio -Poesía-», «Antología poética 20-30» y «Antología del Bicentenario de Centroamérica». Ha publicado los libros «Poemas de un disquete» (2017) y «Tulipanes de plástico» (2018). En la actualidad, finaliza sus estudios de la Licenciatura en Letras en la USAC; está a cargo de la editorial "Testigo Ediciones"; colabora como columnista y redactor para varios medios digitales; es profesor de enseñanza media de comunicación y lenguaje; además, dirige y trabaja en proyectos de artivismo y memoria histórica.

Advertisement