Siempre he creído que cualquier proyecto que tiene como finalidad rescatar de la pobreza y la pobreza extrema a los habitantes de un país, debe ser perfectamente planificado, coordinado, fiscalizado y sobre todo ir dirigido a que los recipiendarios aprendan a producir, a vender y a subsistir con la elaboración o producción de sus productos; Guatemala tiene cientos de proyectos a nivel nacional y otros de nivel estatal en los que normalmente se tiende a regalar y no a enseñar a producir, lo que ha sido desastroso para muchos en nuestro país, porque únicamente han aprendido a pedir y a recibir regalado, sin tener opción a capacitarse en su oficio, y los pueden ver en muchos proyectos especialmente en el área rural.
A qué viene esto, pues leí una nota en uno de los medios de comunicación escrita del país, en el que se da una explicación muy interesante del trabajo que desarrolla el proyecto Territorios Sostenibles Adaptados al Clima, (Tesac), de la Alianza de Biodiversity International y el Ciat, quienes desarrollaron este proyecto en el oriente del país, y explica cómo los habitantes chortíes, en el corredor seco, han atenuado los efectos del cambio climático con técnicas de cosechas sostenibles, seguridad alimentaria y economía familiar, al menos en 7 comunidades aledañas al municipio de Olopa, Chiquimula, en la que participan más o menos 175 familias en este programa e implementan al menos 1 de las 13 prácticas agrícolas, como huertas de hortalizas con techo y riego por goteo, captación de agua de lluvia, rotación de cultivos de maíz y frijol, reserva para producción de peces y riego entre otras.
Manifiestan todas estas personas, quienes han sido capacitados por este proyecto, que ahora ya no es como antes cuando no tenían para comer, gracias a sus capacitadores han aprendido como hacer productiva la tierra y cultivar peces ya que las prácticas que ahora utilizan son innovadoras y como resultado, sus excedentes los venden a terceros y aunque sea poco lo que han ido ganando como resultado de sus ventas, eso hace la diferencia para subsistir y de igual forma hoy, también tienen para alimentarse ellos y sus familias.
El coordinador del proyecto ve un fuerte potencial para producir y vender cosechas agrícolas y peces a los habitantes de Chiquimula incluso en la ciudad capital, ya que se ha asegurado y dejado un legado de fortaleza en las capacidades de los agricultores y las comunidades asociadas, de igual forma los productores están sensibilizados en la relación clima, cultivo y entienden la forma de como integrarla con el ambiente.
Este proyecto lo que deja de manifiesto es que cualquier plan que se quiera poner en marcha en nuestro país, con el fin de capacitar en el área rural debe de ser proyectado para capacitar y hacer productivos a quienes reciban esta oportunidad, lo importante es que adquieran la capacidad de mejorar en su oficio, puedan asegurar su alimentación, mejorar su entorno ambiental y mejorar en su economía familiar, de igual forma es importante que, cuando concluyan los proyectos que han sido exitosos, estas organizaciones deben dejar un informe pormenorizado de sus logros para poder replicarlos en otras áreas a través de las instituciones del Estado.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.
