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QUETZALTENANGO
Diario de Los Altos

Tacita de Plata

El barrio de San Bartolomé

El barrio de San Bartolomé, fue durante buena parte de la época colonial, conocido como El Calvario. Es durante el siglo XVII cuando ya se ubica un lugar para El Calvario, cuando se inicia a nombrar al cantón como San Bartolomé.

A los costados de la pequeña ermita que se levantaba en donde hoy, se erige el templo de San Bartolomé, se realizaron enterramientos.  Aquella ermita colonial fue severamente dañada por el terremoto de 1902, durante la década de 1940 y 1950, se levanta y se reconstruye totalmente la iglesia de San Bartolomé, convirtiéndose en parroquia y quedando bajo el cuidado de los franciscanos.

En 1993 se construye el campanario que complementa su fachada de ladrillo. Dentro de la actual iglesia de San Bartolomé se encuentran las imágenes del Señor Sepultado y Virgen de Dolores, que todos los Viernes Santo, son procesionadas en las calles del barrio en mención y en las principales del centro histórico altense.

Además, se encuentra la imagen de Jesús Nazareno, devoción que en los últimos años ha luchado por tener en torno a la imagen una hermandad. Además, bajo la dirección del párroco Juan José De Abreu, se ha recuperado la procesión y festividad del Señor de Esquipulas en el mes de enero.

En una de las calles vecinas al templo de San Bartolomé, se encuentra la casa en donde perdió la vida la leyenda del futbol quetzalteco, Mario Camposeco. El accidente aéreo que le costó la vida al caballero de la cancha, tuvo lugar en las calles del barrio.

Hoy en día la parroquia de San Bartolomé funciona como un eje de recuperación social, que trasciende la obra religiosa del párroco, por medio de las actividades y las festividades en torno a las devociones populares, se ha generado movimiento económico por las ferias que se organizan en el barrio.

Dentro de las celebraciones cuaresmales en Quetzaltenango, el tercer viernes de cuaresma, se organiza la romería en torno a la imagen del Señor Sepultado de San Bartolomé. Es por eso que, en esta tercera semana de cuaresma, la devoción altense dirige sus ojos al barrio fundacional de San Bartolomé.

Dentro de las actividades que se desarrollan en el templo, se organiza además una procesión infantil que recorre las calles del barrio durante la tarde del tercer viernes. Nuestros barrios son centros en donde convergen los vecinos quetzaltecos, mismos que salvaguardan nuestras tradiciones y se convierten en un orgullo de Los Altos.  

(1990). Cofundador de Diario de Los Altos. Reconocido dos veces por la Universidad Rafael Landivar con el premio Juan Fernando Cifuentes en prosa y Poesía. Autor Pesadillas de un Espantapájaros (Poesía, 2011); Canto Nocturno (Poesía y Cuento, 2018); Cuentos Embargados (2020, Cuento). Profesor en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín.

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