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Tacita de Plata

El guitarrista que ejecuta sones guatemaltecos en los salones de Francia

Hablamos con el músico y trotamundos guatemalteco Luis Juárez Quixtán. Incansable, soñador, tocado por la varita mágica de la inspiración y como dijera el crítico Bruno Serrou: un excelente guitarrista con dedos untuosos exaltando los timbres con un esplendor singular.

Apenas sobrepasa los 30 años, ya es concertista y profesor de guitarra clásica en Francia en tres sedes del Conservatorio de Música de París Vallée de la MarneSe ha diferenciado y hecho famoso, sobre todo, por llevar a la sensualidad y tentación de la guitarra los sones que forman parte de la vida del guatemalteco.Por ejemplo El Paabanc, que en su momento fue arreglado y estrenado por él en Berlín, Alemania.

Desde Francia, donde vive su época parisina, y desde Quetzaltenango, tuvimos un atento y agradable intercambio de correos. Concede esta entrevista para el Diario de Los Altos.

Foto: Luis Juárez Quixtán

¿Cómo era la vida en los días de la infancia? Me imagino, influyó mucho en su carrera como músico

Realmente tuve la fortuna de tener un padre que ama la música, siempre escuchaba tríos, marimba y otro tipo de música… y sin lugar a dudas tuvo una influencia positiva el verlo cantar y estar feliz. Durante mi infancia no estudié ningún instrumento musical, tampoco tuve contacto con músicos, sin embargo, las vivencias construyen al ser humano, y mi infancia estuvo llena de amor. Considero que mi familia es muy unida. ¡Tuve ese privilegio!

Recorrer el mundo. ¿Ese era el sueño de Luis al tomar por primera vez una guitarra?

Toque la guitarra por “suerte”, al inicio no hubiera podido imaginar que eso mi iba a hacer viajar… Cuando tomé la guitarra por primera vez fue por el placer de escuchar los sonidos, es demasiado hermoso el sonido de una guitarra. Tiempo después, en mi adolescencia el instrumento se convirtió en mi único medio de expresión. Siempre ha sido una compañera, es como mi alma… es la que sabe todo lo que siento y todo lo que me pasa.

El mismo París de Flaubert, Picasso, Hemingway, la ciudad más hermosa del mundo. ¿Cómo ha sido su experiencia parisina?

Mi llegada a París fue mi segundo nacimiento, amo esta ciudad, su historia es increíble, su arquitectura y su cultura merecen toda mi admiración; sin embargo, siempre es el lado humano lo que es más importante, en mi caso, el hecho de encontrarme solo en un mundo tan distinto fue de inestimable valor para poder descubrirme a mí mismo, y esto es algo que no tiene precio.

En cada melodía, cada acorde, cada presentación, uno va dejando una parte del alma ¿cómo ha evolucionado esa sensación de entregarse al momento —tal como lo hace— con el paso de los años?

Ha habido muchas etapas, en todo el inicio era expresión y placer de tocar, luego era la búsqueda de la excelencia, luego fue la comparación y ahora son todos estos elementos unidos. En mi caso el verdadero trabajo, el conflicto, y lo más importante se realiza en las horas de trabajo, solo en casa… en los pensamientos y las dudas, en las alegrías y logros que tengo en soledad. El resto es muy importante, pero cuando ese momento se presenta, el trabajo está hecho en un gran porcentaje.

¿Hay algunos nombres o experiencias de vida que pasan por su mente cuando ejecuta, por ejemplo el Paabanc?

Bueno, tengo gratos recuerdos, por ejemplo, recuerdo que me presenté en un concierto ante unas cuatrocientas personas en París. Inicié el concierto con el Rey Quiché, ese momento fue inolvidable, pues tenía un cierto orgullo nacional por tocar por primera vez en la historia dicha pieza arreglada para guitarra. Y ese sentimiento ha sido similar al presentarme en otros países como Alemania, pues yo sé qué es tomar una esencia, una historia y llevarla a un público tan distinto culturalmente hablando. Aunque realmente eso es secundario… para mí los sones y la música de marimba guatemalteca en guitarra que adapto tiene un sentido más profundo para mí, pues esta música es para mí la música que vi bailar a mis padres y abuelos en mi infancia, y en la actualidad es música que amo profundamente, y que muchas veces me torna nostálgico. Hace tres días lloré escuchando el son Neblina… Se requiere de poesía para expresar lo que siento al escuchar algunos sones.

Foto: Luis Juárez Quixtán

¿La vida de artista, de guitarrista, ha valido los desvelos?

Un artista puede elegir ser agradecido. Durante años estudié en promedio diez horas guitarra cada día… incluidos los fines de semana. En realidad es vivir un sueño, al menos para mí lo fue durante mucho tiempo, y afortunadamente lo ha vuelto a ser hoy por hoy. Lo más importante para mí es ser fiel a mí mismo, a mi corazón, a mis sueños, a mis convicciones. Obviamente siempre pongo en lupa mis convicciones, pues muchas veces me equivoco, pero en general amo la idea de ser fiel a mi corazón.

¿Cuál es su consejo para los que vienen atrás?

Mi consejo para en general sería el siguiente: tengamos consciencia que Vamos a Morir, y que quizás en el último momento de nuestra vida seamos nosotros mismos quienes nos juzgaremos. Para mí es sumamente hermoso el ser que sigue sus sueños, aquel que nunca abandona, aquel que da su vida por un ideal elevado. La humanidad requiere personas que amen lo que hacen, nuestro corazón sabe lo que realmente es importante, y si lo elegimos, podemos ser más fuertes que nuestros miedos. En resumen: o lo logramos o morimos en el intento. ¡NO HAY TREGUA!

¿Cuáles son los propósitos para el maestro Luis Juárez Quixtán para este año?

Grabaré un disco en este año que incluirá mis arreglos de piezas guatemaltecas y obras que he compuesto. Publicaré mis obras. Viajaré a Suramérica para ofrecer algunos conciertos. Trabajo junto a un amigo en la creación de una academia de música en Guatemala, la cual se enfocará en brindar educación de alta calidad con modelos basados en la educación en Francia.

Foto: Luis Juárez Quixtán

¿En qué experiencia puede resumir todos estos años de lucha?

Hay muchas experiencias… creo que he comprendido que tenemos el poder de la elección, que podemos llevar nuestra vida a dónde deseamos, y aunque nunca tendremos el control de todo lo que acontece, vale la pena hacer todo lo necesario para ser feliz, vivir los sueños y ser fieles a nuestro corazón.

Luis Juárez Quixtán se ha presentado en ciudades de Suiza, Alemania, Japón, Dinamarca, Perú y España. En el 2015 fue el ganador del Concurso Internacional de Guitarra de Estambul, Turquía. Forma parte del quinteto de tango Soletan, junto a tres músicos franceses y un italiano. Un artista que ejecuta con la determinación de quien se siente orgulloso de la tierra que lo vio nacer. 

Written By

(1993) Comunicólogo, escritor y estudiante de psicología. Cree que la libertad de pensamiento llega con los libros y la disponibilidad a las nuevas experiencias. Tiene un libro de poemas llamado La Escena Absoluta (2012). Lleva inmerso en el periodismo siete años. Jguzman@diariodelosaltos.com

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