El erotismo ha demostrado la profundidad del alma humana, acaso su pureza y su más forma genuina. El mundo visto a través de los ojos de Anyka Ochoa (La Esperanza, Quetzaltenango), es eso: la búsqueda de un arte que más allá de entregarse a la estética de lo humano, altera las sensaciones y percepciones, figurando la conciencia de lo que en verdad somos: una danza vibrante entre el placer y la naturaleza.
© Fabricio Amézquita
Su técnica inicia con un dibujo figurativo que poco a poco se llena de color y forma. En su pincel se nota la frecuencia de las acuarelas y los acrílicos en tonos pastel y neón. Finalmente, repasa su creación con rapidógrafo y cuando lo amerita, el yeso.
© Anyka Ochoa
El tiempo le entregó las herramientas idóneas y la sensibilidad para retratar al cuerpo humano tal y como es, sin la molestia que produce la ropa y la censura que causa lo que, por complejos, no se deja ver. El resultado llega de forma clarividente para quien se detiene a mirar y a mirarse.
© Anyka Ochoa
“Mis piezas son bastante personales, pues involucran mucho amor y deseo sexual. Sabemos bien que todos los seres vivos somos seres sexuales inevitablemente y mi único objetivo es advertir que las personas logren apreciar lo perfectamente imperfecto del cuerpo humano femenino, sin morbo alguno”, comenta Anyka.
© Anyka Ochoa
Anyka ya ha expuesto salas de Casa No´j, Vessica y Fábrica de Ideas. Su nombre también ha estado presente en festivales como Quinto Sol, Todas Contra la Violencia, El Festival de Arte Emergente y Mujeres por el Arte.
© Anyka Ochoa
“El erotismo es algo increíble que todos llegamos a practicar en algún momento de la vida. Muchas personas deberían dejar de tener doble o triple moral ante temas como este, pues bien dicho está: somos seres humanos y sexuales, dos procesos inseparables”, explica la artista.
© Anyka Ochoa
Amante de Dali, Picasso, Schiele y Saint Clair. Anyka, más allá de ser la artista prometedora que se gesta bajo sus lienzos profundos, se considera una aprendiz de todo. “Todo lo que me trajo hasta aquí es tan solo el deseo de expresar sentimientos y situaciones de la vida en general y el deseo de crear un mundo propio”, puntualiza.
© Anyka Ochoa
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