El 20 de abril de 1993 en la ciudad de México se acababa la vida de Mario Moreno, cómico universal mexicano reconocido por su alter ego, al que llamó Cantinflas.
Moreno, murió de 81 años, víctima de un cáncer de pulmón, fruto de las tres cajetillas de cigarros que fumaba al día. Dejó casi medio centenar de películas, además de heredarle al mundo a Cantinflas, sus disparatadas formas de hablar y la manera sencilla de hacer reír al espectador con sus juegos de palabras y sus rutinas cómicas.
Su obra artística es valorada casi en 6 millones de dólares, la mejor película según la crítica es ahí está el detalle, largometraje qué significó para Moreno poder cobrar 15 mil pesos mexicanos, una pequeña fortuna en aquella época.
Es uno de los actores fundamentales en la época de oro del cine mexicano. Fue coprotagonista de la película estadounidense La vuelta al mundo en 80 días”, en donde dio vida a Jean Passepartout, papel que le valió para conseguir el Globo de Oro.
Dentro de su filmografía, Moreno siempre tuvo profesiones distintas, desde maestro de escuela, barrendero, político, diplomático y sacerdote.
Cantinflas es una de las figuras centrales en la cultura mexicana, un pilar para entender el humor, una columna fundamental de las risas de latinoamérica.
Hace 25 años fallecía Mario Moreno, pero nacía la leyenda de Cantinflas.
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