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Tacita de Plata

Historia | Ni se llamaba Vanushka, ni era joven, ni murió de amor

No pertenece a ninguna obra de Gabriel García Márquez ni de Miguel Ángel Asturias, pero el realismo mágico que respira la leyenda de Vanushka, la gitana que murió de amor, vive latente en el imaginario del quetzalteco con una seducción propia que la ha convertido en una carta de presentación de la ciudad. Un romanticismo que, en vez de disolverse con la llegada del tiempo, se solidifica con la herencia oral y el ritual que propone irle a dejar encargos de amor a su tumba. Sin embargo, la verdad podría estar muy lejos de lo que hemos escuchado.

Aunque el fondo de la leyenda se mantiene, hay variaciones en cuanto a personajes, orígenes y desenlace. El relato se basa en anécdotas, leyendas y el arquetipo del amor fallido: ella una gitana que se enamora profundamente, pero cuya pasión es imposible a causa de las restricciones que pone la familia de su pretendiente.

Historia popular

Vanushka Cárdenas Barajas llegó a la ciudad de Quetzaltenango con un circo llamado La Odisea. Ella tenía un punto especial con animales. A una de las funciones asistió el hijo de un gobernador quien quedó impactado con la belleza de la muchacha. El amor fue placentero y absoluto, los jóvenes se vieron a escondidas, pues su amor era prohibido por la familia de él por ser de diferentes clases sociales.

Al enterarse la familia de tal gobernador, deciden persuadir al joven para olvidar ese amor imposible, al aceptar el fracaso de su propuesta lo mandan a España para que el olvido haga su trabajo. La gitana queda tan impotente y destrozada para el resto de su vida cuyo final es la muerte a la tierna edad de 17 años.

Esta versión fue adaptada a una canción del grupo Alux Nahual

Versión histórica/popular

En este 2018 el Museo de historia de Quetzaltenango publicó una entrevista con el reconocido historiador Augusto Ajcá en la que se detalla una versión que discierne con el relato popular:

“Un grupo de gitanos arribó a la ciudad de Quetzaltenango para montar un mercado que exponía cosas asombrosas, y hasta entonces, desconocidas para los altenses (algo muy usual en la época, recomendamos leer Cien Años de Soledad de García Márquez). Un joven acompaña a un familiar para ver el mercado, pero no le interesan los productos, sino la mujer que los vende, muy hermosa, de diferente moda y costumbres quetzaltecas. Hay un enamoramiento, una pasión por verse escondidas. Ella guarda el secreto”, comenta Ajcá.

La versión de Ajcá también indica que el joven es llevado al otro lado del mundo para olvidar el amor como forma de castigo por la familia, la mujer, decide esperarlo con paciencia hasta que llega el 10 de noviembre de 1927, el día en que los gitanos se deben marchar.

“El joven al regresar a Xela pregunta por ella. Le indican que el campamento ya no existe y los miembros de ese grupo ya no están en Guatemala, pero también le cuentan que la mujer joven del grupo había muerto. Él ruega que le lleven al lugar, porque el amor que le tenía era real. Hace un juramento: los días que le queden de vida se los va a dedicar a ella. Comenzó a acudir al cementerio con una flor, la depositaba sobre la tumba y se retiraba. Este muchacho se convirtió en adulto, luego en anciano, hubo un día en que ya no llegó”, apunta el historiador.

Versión histórica

Tanto Augusto Ajcá, como otro reconocido historiador de Xela, Francisco Cajas Ovando, detallan que contar la vida de esta mujer en Xela desde el punto de vista histórico discierne totalmente lo escuchado por la tradición oral.

Es un grupo de húngaros y mexicanos, que efectivamente, llegaron a Quetzaltenango con la empresa de mostrar cosas asombrosas. Cuando deciden marcharse de regreso a México, la mujer comienza a sufrir de dolores estomacales y muere, por lo que regresan a Xela para enterrarla en el Cementerio General.

(© Alexander Cividanis)

“El Libro de Enterramientos del Cementerio General indica que en la tumba en la que se encuentra Vanushka en el relato popular, fue sepultada una mujer mayor (de 40 años, según Cajas Ovando), de nombre Margarita Mielos y cuyo trámite para depositar los cuerpos en el cementerio fueron realizados por su esposo de nombre Jonh, originario de Hungría”, apunta Ajcá luego de consultar los libros.

Esta versión omite el amor imposible, las visitas a escondidas, el viaje a España y la muerte de amor.

El resto es el romanticismo que engloba la ciudad de Los Altos. La leyenda (o una mezcla de todas sus versiones), corrió de boca en boca hasta formar una de las pruebas mas latentes de la imaginación altense. Hoy, esta historia es famosa a nivel internacional y lo seguirá siendo mientras cada 14 de febrero enamorados acudan a aquella enigmática tumba para escribir sus peticiones.

“Los guatemaltecos tenemos algo especial, nuestro realismo mágico es muy fuerte, de ese relato, nace una tradición: si una persona no logra conseguir pareja, puede ir a esta tumba, dejar una flor y pedirle a esta gitana que le ayude en el amor”, concluye Ajcá.

¿Con qué versión te quedas? Comparte este artículo con tus amigos.

Written By

(1993) Comunicólogo, escritor y estudiante de psicología. Cree que la libertad de pensamiento llega con los libros y la disponibilidad a las nuevas experiencias. Tiene un libro de poemas llamado La Escena Absoluta (2012). Lleva inmerso en el periodismo siete años. Jguzman@diariodelosaltos.com

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