Este viernes, el presidente de Guatemala, Jimmy Morales, vendrá a la ciudad de Quetzaltenango a la inauguración de la Feria Centroamericana de la Independencia, por ello, vale la pena desarrollar un análisis a la luz de la psicología (que aborda al ser humano desde lo observable y aquello que aparentemente esconde detrás de la inconsciencia) sobre la conducta y desenvolvimiento en actos públicos del mandatario.
La semana pasada, Morales, apoyado por el ejército, en conferencia de prensa anunció al país que no renovaría el mandato de la Comisión Internacional en contra de la Impunidad en Guatemala (CICIG), siendo más exactos, la inconformidad es contra la gestión del comisionado colombiano Iván Velásquez. Esta acción molestó a una parte considerable de los guatemaltecos y analistas indicaron que es un retroceso a lo ganado en la lucha contra la corrupción.
“El que nada debe, nada teme”, reza un proverbio. ¿Por qué hacer uso de las fuerzas castrenses para comunicar una decisión?, ¿Se siente incómodo?, ¿Pretende amedrentar a alguien?, ¿Qué imagen quiere proyectar?, o ¿Se siente comprometido con un sector?, son las preguntas más frecuentes en la población.
Jimmy Morales durante un mensaje dirigido a la nación (© InformaTVX)
En el psicoanálisis existe una teoría acerca de los mecanismos de defensa y esta refiere que ante pensamientos o emociones nocivas para el sujeto, tales como el estrés, la ansiedad o el miedo, entre otros, el individuo siente la necesidad de defenderse. Es entonces cuando el aparato psíquico recurre a estos para continuar hacia adelante, minimizando los efectos producidos.
Lo cierto es que muchas veces el sujeto no solo tiene que defenderse de factores externos, sino también de los internos, tales como conflictos emocionales, amenazas de origen interno o incluso, sus propios deseos, lo que se podría estar manifestando en el comportamiento mostrado por el presidente Morales, que en el fondo se pueda estar sientiendo atemorizado, frágil o vulnerable ante la inconformidad de gran parte de la población sobre su gestión; sin embargo, quiere proyectar a la sociedad una actitud de fuerza, poder, determinación, libertad para actuar, solvencia moral, entre otros, aspectos.
El investigador Albert Mehrabian descompuso en porcentajes el impacto de los mensajes emitidos por el ser humano refiriendo que un 7 por ciento es verbal, el 38 por ciento vocal (tono, matices y otras características) y un 55 por ciento señales y gestos.
Derivado de ello, se puede analizar el comportamiento de Morales desde el punto de vista de su lenguaje no verbal, que a todas luces es contradictorio a su discurso verbal con su postura, ademanes y proxémica. Paul Ekman, en su libro “Cómo detectar mentiras”, hace referencia a los posibles motivos para mentir, la cual puede ser encubierta por mecanismos de defensa dado el caso.
Estos motivos pueden ser: evitar el castigo, proteger a otra persona de un castigo, ganarse la admiración de los demás, librarse de una situación social incómoda, evitar la vergüenza, para tener el control de una situación o sobre otras personas, pero en todo caso, la mentira se disfraza de algo más que podría ser revelador en las presentaciones en público del presidente, demostrando nerviosismo, no ver directamente al público, hacer bromas innecesarias, comentarios que están de más, aclarar la voz constantemente, elevar el tono de voz al pretender darle credibilidad a una sentencia, hacer referencia constante al respeto a la ley y la Constitución Política de la República, entre otros.
