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Tacita de Plata

Tradición de las posadas envuelve a la ciudad altense

Desde la noche del 13 de diciembre, las calles de la ciudad altense han sido testigos de las tradicionales posadas, mismas que con silbatos, tambores y el clásico caparazón de tortuga, recorren las zonas de la ciudad pidiendo posada.

Un claro ejemplo de estas tradiciones se vive en el antañón barrio de San Bartolomé, donde el concejo parroquial encabezado por el sacerdote Juan José de Abreu, lleva la posada por las calles de dicho barrio, la particularidad de la misma es que los peregrinos son niños de la parroquia y llevan un burro llamado Chilero.

En la parroquia de San Nicolás de Tolentino, la hermandad del Señor Sepultado de San Nicolás, lleva la posada a distintas instituciones y casas de socios, la misma recorre las calles desde el pasado 13 de diciembre. La posada de la hermandad de San Nicolás, concluye el 21 de diciembre en el edificio sede de la misma, en la quinta calle de la zona 3 altense.

La iglesia de El Calvario vive también su posada, la hermandad de la Virgen de Soledad, recorre las calles del barrio y de igual forma visita instituciones para poder realizar el rezo de la novena al Niño Dios. Han visitado casas de socios e instituciones, entre ellas a la Policía Nacional Civil.

En la Catedral Metropolitana de Los Altos, la asociación del Señor Sepultado, realiza su posada, la misma es organizada por la Comisión de Adorno de dicha institución.  Visita los hogares de asociados para compartir con sus familias.

Las posadas son fiestas que buscan hacer comunidad, se realizan durante las nueve noches previas al 25 de diciembre, ya que durante las mismas se realiza la novena al Niño Dios. Dicha conmemoración recuerda el peregrinaje de José y María, ya que viajaron de Nazaret a Belén para inscribirse en el censo ordenado por el imperio Romano.

En Guatemala las posadas fueron introducidas por el Santo Hermano Pedro de San José de Betancourt. Además de los nacimientos, la época de Cuaresma y el rezo del vía crucis.

No solo las posadas de las hermandades recorren la ciudad altense, hay posadas familiares, que visitan los hogares de los miembros de las mismas. Es una ocasión única de cada año, pues se busca crear comunidad, se intenta encontrar el misterio de la fe cristiana y conmemora el nacimiento de Jesús.

Las posadas son una tradición y un legado de nuestros ancestros. Es importante mantenerlas y procurar que las próximas generaciones sean parte de tan importante tradición para el alma altense. En estas fiestas de fin de año, son una excusa perfecta para acercarse a Dios y las personas que amamos.

(1990). Cofundador de Diario de Los Altos. Reconocido dos veces por la Universidad Rafael Landivar con el premio Juan Fernando Cifuentes en prosa y Poesía. Autor Pesadillas de un Espantapájaros (Poesía, 2011); Canto Nocturno (Poesía y Cuento, 2018); Cuentos Embargados (2020, Cuento). Profesor en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín.

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