Guatemala es un país que vive a base de costumbres y tradiciones, que en su conjunto se vuelven cultura. Hay personas que sueñan todos los días con dar a conocer la cultura de nuestra nación, dentro y fuera de las fronteras patrias.
En la Villa de Salcajá, un altense orgulloso de ser guatemalteco, vive día a día para y por la cultura. Su nombre es Fabricio Amézquita y estás son las razones por las cuales vive y lucha por la cultura.
Fabricio es licenciado en administración de hoteles, gestor de arte y cultura de la Dirección Municipal de Cultura de la ciudad de Quetzaltenango. Además de laborar para la comuna altense, Fabricio tiene un proyecto propio llamado “Fabrica de Ideas”.
Observando los pocos espacios y vehículos culturales que los artistas tienen en Guatemala, Fabricio inició el proyecto de “Fabrica de Ideas” con la fe puesta en Guatemala y en su espíritu creativo. El proyecto es una institución independiente, sin fines de lucro que promueve, descentraliza y protege el arte de la región altense. Aunque la mira macro del proyecto es contribuir al arte latinoamericano. La sede de tan ambicioso proyecto está en la Villa de Salcajá.
En el mundo de la gestión cultural, se le conoce como Fabricio “Bartok”, dicho sobrenombre viene de un personaje qué interpreto en la obra infantil Anastasia.
Fabricio cree mucho en los jóvenes, ya que según él, la mayoría del arte actual de Guatemala es producto de artistas jóvenes muy talentosos. Ellos además son su fuente de inspiración.
Para Fabricio, Quetzaltenango es un océano titánico de creatividad, pues hay teatro, cine, música, pintura, performance, instalaciones, entre otras manifestaciones culturales.
Fabricio Bartok, Fabricio Amézquita o simplemente Fabricio, es una de las personas que creen en la cultura y el arte de este país y que lucha día a día para abrir los espacios culturales y de expresión necesarios para que las voces que no se pueden escuchar, tengan la fuerza necesaria para que sean escuchadas. Fabricio es un orgullo de Los Altos.