El 29 de octubre de 2019 se cumplen 194 años del otorgamiento del Título de Ciudad a Querzaltenango, celebración que ha sido desdeñada e ignorada en los años recientes por las actuales autoridades municipales y funcionarios de la Dirección de Cultura, y de la Casa de la Cultura.
El fallecido historiador Héctor Arango Polanco solía mencionar que el «Título de Ciudad» fue emitido por la Asamblea Legislativa del Estado de Guatemala el 22 de octubre de 1825, y llegó a Quetzaltenango el 29 de octubre, y por ello las celebraciones quedaron para el 29 de octubre.
De acuerdo con las investigaciones documentales e históricas del Periodista Héctor Adolfo «Fito» Ávila (QEPD) en 1825 Quetzaltenango era un poblado de 25 mil habitantes, en su gran mayoría maya k’iche’ y una pequeña élite ladina liberal, anticlerical y adversaria de los criollos conservadores de la capital, quienes detentaban el poder político y acumulaban la riqueza y los medios de producción, por ello fue un gran logro alcanzar el título de ciudad para construir un centro político y económico para no pagar impuestos ni recibir órdenes de la Ciudad de Guatemala, y que se quedarán en Occidente los impuestos aquí pagados, y desde Quetzaltenango dirigir su propio desarrollo (y ese mismo planteo sigue vigente 200 años después).
Ya se perfilaba el espíritu regionalista de la región de Los Altos, desde 1750 (Arturo Taracena) y sus habitantes conocidos como Alteños o Altenses, y se perfilaban dos ciudades importantes: Quetzaltenango y Totonicapán. Del otorgamiento del título de Ciudad en 1825, pasaron 12 años y medio para que en Quetzaltenango se proclamara la creación del Estado de Los Altos con la Ciudad de Quetzaltenango como su capital y Totonicapán sede del Congreso, todo lo que fue legalizado por la Asamblea Federal en El Salvador en junio de 1838.
Y desde 1840 a 1871, Quetzaltenango estuvo marginada tras dos invasiones, saqueos y crímenes del anafabeto dictador y asesino conservador Rafael Carrera (Racarraca). Y tras la victoria de la Reforma Liberal encabezada por Miguel García Granados y Justo Rufino Barrios, la ciudad de Quetzaltenango vivió su época de oro de 1872 a 1935 en todos los órdenes de la vida social, económica, política y cultural, que se resumía en el dicho: «para valer en Guatemala, hay que valer primero en Quetzaltenango». De esa era dorada, el gran testimonio arquitectónico es el Centro Histórico, que le ha valido a la ciudad el apelativo de La Europa de Centroamérica.
De allí que Quetzaltengo sea conocida como la segunda ciudad en importancia del país, o segunda capital de Guatemala , que en lo histórico y político aún está vigente, pero en población, calidad de vida y actividad económica se ha quedado atrás.
¡Viva la Ciudad de Quetzaltenango!