Con su característico estilo de gobernar «al pedalazo», el presidente Giammattei adelantó la convocatoria para que las entidades no estatales (Sociedad Civil) que forman parte de los 22 Concejos Departamentales de Desarrollo (CODEDES) presenten dos ternas; una para Gobernador Titular, y otra para Gobernador Suplente, no una terna de seis como el caso de Quetzaltenango.
En gestiones anteriores, la convocatoria daba un mes y medio de plazo, más o menos, y no de dos semanas como en la actualidad, lo que obligó a correr a los representantes de la Sociedad Civil, con lo que se dieron situaciones no antes vistas de mucha participación, y denuncia de varias anomalías y presunta corrupción en todo el país para estar entre los nominados, personajes partidarios que por el trabajo en la campaña victoriosa merecerían el cargo, otros «dueños de la plaza» al haberla comprado con fuertes aportes a la campaña, y otros vinculados a empresas constructoras enriquecidos con obras públicas y enriquecedores de políticos mediante corrupción.
Es de hacer notar que entre los partidarios de VAMOS y afines al presidente en los departamentos hay personajes capaces, con trayectoria honorable que bien podrían ejercer el puesto.
Este modelo de nombramiento presidencial de Gobernador (que es constitucional) y con el actual agregado que de los CODEDES viene la terna propuesta, ya está desfasado y sobrepasado por la realidad, y tras varios procesos se ha evidenciado la gran corrupción que genera, y los incapaces gobernadores en todo el país.
Considero que los gobernadores departamentales deben ser electos por voto popular en los comicios generales, propuestos por los partidos nacionales, partidos o comités cívicos departamentales, y hasta por el mismo interesado que sea apoyado por las firmas de ciudadanos para que todos tengamos la opción de aspirar al cargo, y sea la ciudanía apta para votar la que dé el mandato al Gobernador y sea posible exigirle cuentas y resultados.
Asi dejaremos de depender de 12 a 20 personas, y que el nombrado diga «yo sólo le respondó al Presidente».
La elección de gobernadores está en los Acuerdos de Paz como compromiso de Estado, y es ley vigente de la República, aún sin cumplir.
Claro que la elección de Gobernador por voto popular y directo requiere reformas a la Constitución, y a la Ley Electoral y de partidos políticos, y por el bien del país vale la pena hacerlo.