En este año que recién inicia se han producido una serie de hechos criminales y de violencia que han indignado a una gran mayoría de los guatemaltecos, desde el primer día del año 2022 se han incrementado los hechos de violencia empezando por la masacre ocurrida entre Nahualá y Santa Catarina Ixtahuacán en donde fueron asesinadas 14 personas y heridas más de 25 personas entre agentes de policía, personal del Ministerio Público y particulares.
En el Oriente del país, un video tomado en pleno centro de la ciudad de Chiquimula, en horas de la mañana, nos evidenció cuando un sicario ataca a balazos y da muerte a Keyla Villeda; también se conoce del asesinato de prominentes empresarios, tanto en Mixco como en Quetzaltenango y hace pocos días, en la aldea Los Trojes, Amatitlán, se desató una balacera con resultado de 5 muertos y varios heridos, incluido un niño de 3 años, en otras áreas como Villa Nueva, Mixco y la propia ciudad capital, se han encontrado cuerpos de personas asesinadas.
La violencia y la criminalidad además de ser un tema de percepción, es también de datos, estadísticas y víctimas, cuando sin ningún tipo de manipulación, se evalúan los datos del Instituto Nacional de Ciencias Forenses -INACIF-, los de la Policía Nacional Civil -PNC- y los del Ministerio Público -MP-, los cuales, sin lugar a dudas, arrojan resultados finales de una disminución o, un incremento como en este caso; de igual manera, cuando este tipo de sucesos criminales se producen de forma continua y se observa la crueldad, la saña y la violencia con que se ejecutan, el efecto en la ciudadanía y su percepción es que la inseguridad ha aumentado y que sus vidas y patrimonio está en riesgo porque hoy las noticias, imágenes e información llega a la población a través de los medios de comunicación y de las redes sociales.
Por eso es tan importante que los datos estadísticos no sean manipulados por ninguna institución gubernamental porque, aunque se manipulen para informar que la violencia y la criminalidad van a la baja, la realidad que se vive en el país demuestra lo contrario y la población lo percibe, aparte de que, estos datos y estadísticas sirven para definir e implementar políticas criminales, para lograr un combate mucho más efectivo a la criminalidad y la violencia.
Sin lugar a duda el mayor problema que se percibe para el combate de la criminalidad y la violencia es la corrupción en la institución policial, fenómeno criminal que no permite una profesionalización de su personal al interno, y a lo externo genera una gran desconfianza en la población por las malas acciones de algunos malos elementos policiales en contra de la ciudadanía, de allí la falta de credibilidad de la institución policial en general, y la falta de colaboración de la ciudadanía para con la institución policial.
De igual manera, la coordinación de las diferentes instituciones encargadas de la seguridad y la justicia es fundamental para bajar los índices de criminalidad y violencia, la Inteligencia Civil, la PNC, el Ministerio público y el Organismo Judicial, quienes deben de tener canales abiertos de coordinación, sobre la base del respeto y de la independencia de cada una de estas para favorecer la pronta y cumplida justicia.
GUATEMALA NECESITA DE SUS MEJORES HOMBRES Y MUJERES.
