Las actividades de algunos de los principales bancos estadounidenses estarían orientadas a la búsqueda de activos infravalorados o con precios erróneos.
A medida que EE.UU. y sus aliados endurecen las sanciones contra Rusia y bloquean la demanda de los inversores por los activos del país euroasiático, hay quienes en Wall Street están aprovechando la oportunidad de compra que las sanciones occidentales ha generado, informa Bloomberg.
En los últimos días, Goldman Sachs Group y JP Morgan Chase han estado comprando los bonos «deprimidos» de empresas vinculadas a Rusia, porque los fondos de cobertura que se especializan en la adquisición de deuda barata buscan abastecerse de esos activos, según fuentes familiarizadas con esas operaciones.
Los bancos suelen comprar deuda porque sus clientes se lo piden o porque esperan encontrar compradores listos para hacerse con esos activos. Apostar por títulos de alto riesgo es algo habitual en Wall Street, y las sanciones impuestas contra Rusia no prohíben el comercio directo de activos, aclara el medio de comunicación.
Los activos más solicitados
Goldman Sachs está solicitando principalmente deuda corporativa de compañías como la siderúrgica minera Evraz Plc, el gigante energético Gazprom y la estatal de transporte ferroviario Ferrocarriles Rusos (RZhD), con vencimiento dentro de los próximos dos años. Además, ha hecho ofertas por bonos soberanos rusos, señalaron las fuentes.
Estas compras ponen de manifiesto una antigua faceta de la cultura de Wall Street: que los departamentos de operaciones están orientados a la búsqueda de activos infravalorados o con precios erróneos, y sus actividades no necesariamente reflejan la visión más amplia de la empresa sobre una clase de activos o nación.
Los bonos corporativos rusos denominados en monedas extranjeras se han desplomado, y crece la preocupación de que las empresas puedan incumplir los pagos de capital. Desde el inicio de la operación militar de Rusia en Ucrania y la imposición de sanciones que aislaron al país de gran parte del sistema financiero internacional, los precios de los bonos corporativos rusos han caído un 70 %. Pero a diferencia de la mayoría de los países con deudas incobrables, Rusia tiene un saldo de cuenta corriente positivo y muchas de sus compañías tienen grandes reservas de efectivo, reporta la agencia Interfax.
Esta semana JP Morgan vendió alrededor de 200 millones de dólares en deuda corporativa de emisores rusos y ucranianos. Mientras que otros bancos y administradores de fondos están actuando con cautela, frenando o absteniéndose de realizar este tipo de transacciones en medio de la rápida evolución de la situación.