En una reciente conferencia de prensa, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) reveló el Protocolo Específico de Lluvias 2024 y proporcionó detalles sobre el inicio de la temporada de lluvias en Guatemala, la cual se extenderá hasta octubre.
El director del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh), Edwin Rojas, compartió que se espera que las lluvias comiencen en la región de la bocacosta, abarcando San Marcos y el sur de Huehuetenango, a partir de la segunda semana de mayo. Este pronóstico también incluye a regiones como Quetzaltenango, Totonicapán, el sur de Quiché, Chimaltenango, El Progreso, Chiquimula y Guatemala.
Según Rojas, se prevé que Zacapa, las Verapaces y el norte de Huehuetenango experimenten clima lluvioso hacia la tercera semana de mayo, mientras que se espera que la región de Petén reporte lluvias durante la primera semana de junio.
El director del Insivumeh también anunció que la temporada ciclónica comenzará en la cuenca del Pacífico a partir del 15 de mayo y a principios de junio en la cuenca del Atlántico. Se proyecta que la temporada ciclónica del 2024 esté por encima de los datos históricos, con la expectativa de 23 tormentas en total, en comparación con el promedio anual de 15 desde 1991 hasta 2020.
Protocolo de Respuesta:
Claudinne Ogaldes, secretaria ejecutiva de la Conred, presentó el protocolo que guiará a las coordinadoras municipales de reducción de desastres (Comred), autoridades locales y municipales en la prevención y respuesta a desastres o emergencias. Subrayó la importancia de la preparación para proteger a las personas y sus bienes, instando a acciones como la limpieza de cunetas, la promoción de la limpieza de techos y canales, y el adecuado manejo de los desechos sólidos, que frecuentemente son la principal causa de inundaciones.
Este protocolo ha sido distribuido a gobernadores departamentales, alcaldes municipales, jefes de bloque del Organismo Legislativo y miembros del Ejecutivo para su implementación.
La temporada de lluvias trae consigo desafíos y la importancia de la preparación y la acción coordinada para mitigar su impacto en Guatemala