El presidente de Estados Unidos (EE. UU.), Joe Biden, ha asegurado este lunes que la ofensiva del Ejército de Israel sobre la Franja de Gaza, que ha causado la muerte de más de 35 500 personas (la mayoría civiles), «no es un genocidio».
El mandatario ha cargado contra la decisión de la Fiscalía de la Corte Penal Internacional (CPI) de pedir órdenes de arresto internacionales contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant.
Durante la celebración de un acto, Biden ha vuelto a insistir en que «no se puede comparar» a Israel con el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), cuyos principales líderes también han sido objetivo de esta petición.
El presidente estadounidense ya calificó ayer de «escandalosa» la decisión de la Fiscalía y se alineó con la postura de Israel, su socio preferente.
Cabe recordar que ni Estados Unidos ni Israel se encuentran entre los firmantes del Estatuto de Roma. Este estatuto es la piedra angular del CPI, y establece que esta corte no puede juzgar a ningún acusado ‘in absentia’, por lo que necesita que el individuo en cuestión se siente físicamente en el banquillo y responda en persona por los crímenes que se le imputan. 124 países del mundo han suscrito el Estatuto de Roma, y a ellos corresponde la eventual detención en el caso de que los jueces de la Corte abran el proceso contra Netanyahu, Gallant y los tres líderes de Hamás.