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Economía

Créditos sociales para anular protestas

Lin Jinyue propuso que el sistema de créditos sociales sea implementado en Estados Unidos y en Europa para mitigar las protestas de la ciudadanía. El régimen comunista chino atraviesa una de sus peores crisis económicas en décadas. Sin embargo, las flaquezas financieras no han interferido con sus objetivos políticos, y actualmente el Partido Comunista Chino (PCCh) está buscando exportar sus mecanismos de control social a Occidente.

En una entrevista de archivo a Lin Jinyue, quien se reconoce como uno de los primeros diseñadores teóricos del sistema de puntaje de crédito social en China, explicó cómo el régimen está planificando para que el mundo entero debería adoptar este sistema de vigilancia que asigna una calificación a cada ciudadano y lo recompensa o castiga dependiendo su afinidad al partido.

“Es el mejor método para mantener a raya a esas personas molestas que no están de acuerdo con el gobierno”, expresó sin tapujos. «Espero que lo podamos exportar a los países capitalistas. Creo que Francia debería aplicar nuestro sistema, no tendrían tantas protestas en la calle», dijo entre risas.

En ese contexto, se jactó de que si en Francia lo hubiesen adoptado no hubieran existido las protestas de los «Chalecos Amarillos», que «tanto daño le hizo a la economía y a la cohesión social del país».

El sistema de crédito social utiliza la tecnología de reconocimiento facial y la inteligencia artificial (IA) y se emplea para controlar a los cerca de 1.400 millones de personas en un sistema totalitario y comunista a lo largo de todo el territorio chino y ahora también en Hong Kong.

El régimen también lo utiliza para castigar a los disidentes o personas que el PCCh considera una «amenaza», desde opositores políticos hasta creyentes religiosos, por ejemplo los inocentes practicantes de Falun Dafa, disciplina perseguida desde el año 1999 en China, y víctima de uno de los peores genocidios del mundo.

Esta pesadilla distópica, empezó a ser lentamente implementada en el mundo occidental debido a las grandes manifestaciones ciudadanas en contra de los mandatos de vacunación y las restricciones Covid. Estados Unidos, un bastión de la libertad y los derechos humanos en el escenario internacional, ahora ha implementado pasaportes sanitarios, que impulsaron que si no estás vacunado tenés menos derechos que otras personas.

Canadá es otro de estos países, que a través de un programa llamado «La ambición digital de Canadá», el gobierno de Justin Trudeau planea digitalizar todos los servicios gubernamentales internos y de cara al público con un sistema basado en la nube impulsado por inteligencia artificial, incluidas monedas digitales, crédito social, y condición de vacunación.

«Qué comes, qué compras, a qué juegas, con quién te reúnes, qué religión profesas… el gobierno lo sabrá todo con la digitalización e inteligencia artificial al estilo del PCCh. Inclusive una persona sin teléfono celular no podría acceder por ejemplo a comprarse los medicamentos que necesite», asegura el diario Mundo Libre en un artículo sobre este tema.

(1990). Cofundador de Diario de Los Altos. Reconocido dos veces por la Universidad Rafael Landivar con el premio Juan Fernando Cifuentes en prosa y Poesía. Autor Pesadillas de un Espantapájaros (Poesía, 2011); Canto Nocturno (Poesía y Cuento, 2018); Cuentos Embargados (2020, Cuento). Profesor en Ciencias Sociales por la Universidad Francisco Marroquín.

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